Luego de su paso por Cannes, se estrena “Los perros”, de Marcela Said

Con un recorrido por varios festivales internacionales, donde fue premiada, llega a las salas argentinas esta película que desempolva conflictos latentes sobre la última dictadura militar en el país trasandino.

“Los perros”, de la chilena Marcela Said, llega a las salas argentinas después de haber tenido su premier internacional en la Semana de la Crítica en el Festival de Cannes 2017, y de haber recibido los premios como Mejor Largometraje de Ficción en el Festival de Cine Biarritz Amérique Latine y Premio Horizontes Latinos en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. En las escenas de la recomendable película, se habla del desamor en todas sus formas y de la violencia contenida y explícita de la sociedad chilena y de los civiles que apoyaron y financiaron el régimen militar de Augusto Pinochet. Precisamente, este sector de la sociedad chilena, como muestra en pasajes la película, se desentiende en el presente y con total naturalidad de sus responsabilidades frente a los atroces crímenes cometidos. En las acciones, Mariana, una mujer de la clase acomodada, es hija de un importante empresario forestal, cómplice de la dictadura y subestima el rol de su heredera en la toma de decisiones de la empresa familiar. Esta mujer está casada con Pedro, un arquitecto argentino, que la menosprecia y no la toma demasiado en cuenta. Sin grandes conflictos en su vida cotidiana, Mariana se reparte entre el amor a su perro, y los problemas que el can le genera, y que a sus 42 años tiene el deseo de ser madre, mientras que para concretarlo realiza un riguroso tratamiento de fertilidad con el reloj biológico pisándole los talones. En este contexto, Mariana toma clases de equitación con Juan, de 60 años, un excoronel del ejército. Un día cualquiera, llegan buscando a este exuniformado por su participación en crímenes durante la dictadura chilena. Ante la escasa atención que le presta su marido, lentamente Mariana comienza a sentir una extraña atracción por ese hombre, que tiene un pasado oscuro y nefasto en sus espaldas. Mariana se topa con la noticia de que su profesor de equitación fue agente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y que está procesado por la Justicia de su país por crímenes de lesa humanidad. Lejos de arrepentirse de su accionar en el pasado, el excoronel se ufana de no tener que pedirle disculpas a nadie y apela como defensa a que sólo fue parte de un servicio de guardaespaldas y que no tiene sus manos manchadas con sangre, aunque esto sea difícil de probar. “Está atraída por el mal”, dice la directora respecto del personaje de Mariana, y amplía: “Es una antiheroína y encuentra un cierto confort, apoyo y generosidad en el personaje menos esperado de la historia, que es este criminal”. Mariana también toma conocimiento de que su acaudalado padre fue cómplice de la dictadura y que tampoco se muestra autocrítico con su pasado, excusándose de que poco y nada podía hacer ante el pedido del Gobierno de turno. Esta coproducción entre Chile, Francia, Argentina, Alemania y Portugal, cuenta con un elenco integrado por Antonia Zeger, Alfredo Castro, Alfredo Sieveking, Elvis Fuentes y los actores argentinos Rafael Spregelburd y Juanita Viale, hermanos en esta película.