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“Un Hombre sin Suerte”, una obra basada en un cuento de Samanta Schweblin

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Esta puesta, que habla de la infancia y de los recuerdos, está protagonizada por María Nydia Ursi Ducó y dirigida por Osmar Núñez. Se presenta esta noche, en el Teatro de las Nobles Bestias de Temperley.

“Un Hombre sin Suerte” habla de la infancia, de los recuerdos, de los sabores perdidos, de las fragancias que conviven en las sensaciones, de los hechos que marcan la esencia de las personas… habla del pasado y también del presente que se fragmentan e intercalan con el silencio que siempre sabe acompañar.

La historia sucede alrededor de un hombre que se acerca a una niña en el día de su cumpleaños Este sujeto ha sido trazado con tal economía de rasgos que se puede pensar de él, una variedad de situaciones abiertas e indefinidas: extranjero, infantil, supersticioso, ladrón, entre muchas otras características sujetas a la subjetividad de quien observa. Esta obra, basada en el cuento homónimo de Samanta Schweblin, sale a escena esta noche en el Teatro de las Nobles Bestias de Temperley, con dirección del prestigioso actor Osmar Núñez y con la actuación protagónica de María Nydia Ursi Ducó.

“Prácticamente tomamos todo el texto del cuento de Samanta Schweblin, que está muy bien escrito. Fue un desafío de Osmar llevarlo a la dramaturgia”, le comenta a La Unión la actriz de la obra sobre la adaptación que realizaron a partir del texto de la talentosa y joven autora argentina.

Esta puesta también incluye fragmentos de otros textos de Samanta Schweblin en el inicio de las escenas y este recurso vuelve a ser utilizado durante toda la obra. Además, la riqueza literaria del cuento facilitó la adaptación. “No fue tan complejo adaptarlo, el cuento ya es teatral tal como está escrito. Es una obra muy intimista, el espectador es como un voyeur que está todo el tiempo espiando lo que pasa con esta mujer, también hay un auto, un elemento que resulta recurrente en la obra de Samanta”, acota María.

“La culpa la tienen los padres” dice Amanda al comienzo de la obra y es la clave de toda la historia, que termina tratando sobre cómo los actos de los adultos, quizás sin querer, condicionan la vida de los niños cuando pasan por alto pequeños detalles. No es que esta niña mienta: es que nadie se da el tiempo de preguntarle nada. Nada para que pueda tener la oportunidad de abrir y exponer el inmenso universo femenino e infantil que ya ha sido gestado en el soliloquio de su rima interior.

Hay preguntas que resuenan “¿Le prestamos la suficiente atención a los más chicos? ¿Nos tomamos el debido tiempo para escuchar y entender lo que quieren?”. “Un hombre sin Suerte” convida invita a reflexionar, sobre la atención y el cuidado que todo adulto debe brindar para que los niños puedan crecer en libertad y en armonía con su propio

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