La Unión | LOMAS

Asumió el nuevo obispo auxiliar de la diócesis de Lomas de Zamora

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Ante la presencia de sacerdotes, autoridades locales, provinciales y vecinos, Jorge García Cuerva tuvo su ceremonia de consagración episcopal. El monseñor nombrado por el Papa Francisco colaborará con las tareas pastorales en la ciudad.

Con una ceremonia en la Catedral Nuestra Señora de la Paz, monseñor Jorge García Cuerva asumió como obispo auxiliar de Lomas de Zamora ante la presencia de sacerdotes, autoridades locales, provinciales y vecinos.

“Quiero ser testigo de la vida en medio de la muerte hoy en el Conurbano bonaerense, en sus comunidades y barrios, en las periferias existenciales, acompañando el caminar y la lucha de tantos que sufren el flagelo de la droga, el drama de la falta de trabajo y de vivienda, la cárcel, la enfermedad, la soledad y la más profunda angustia existencial”, expresó García Cuerva, que durante su ordenación episcopal utilizó un báculo de madera realizado por presos del Complejo Penitenciario de Ezeiza.

Con este nombramiento a cargo del Papa Francisco, la diócesis -que abarca los Partidos de Lomas de Zamora, San Vicente, Presidente Perón, Almirante Brown, Ezeiza y Esteban Echeverría- tendrá dos obispos auxiliares (el otro es Jorge Torres Carbonell) que secundarán y colaborarán con las tareas que dirige el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones, quien presidió la misa de consagración.

Entre los símbolos de su ministerio episcopal, García Cuerva eligió las “chapas de las casas de las villas”, bajo los cuales “el calor y el frío se sienten mucho más, y allí se adquiere una sensibilidad particular que quiero mantener y profundizar en mi corazón de pastor estando bien cerca del pueblo”.

Durante sus palabras en la Catedral lomense, el flamante obispo auxiliar llamó a “descubrir a Jesús preso, acompañar el dolor de los que se encuentran entre rejas, de sus familias; ser testigos de la vida en medio del dolor de la violencia, del encierro, de la injusticia, porque como dice monseñor Oscar Romero, ‘la justicia es como las serpientes, muerde a los descalzos, y las cárceles están llenas de descalzos, de pobres, de vulnerables’”.

También agradeció “a Dios, a su familia, amigos, la Iglesia diocesana de San Isidro donde creció, se formó y fue muy feliz como sacerdote durante 20 años, a la diócesis de Lomas de Zamora que me recibe; y a las distintas comunidades y barrios en los que me sumergí en la realidad de los más pobres”.

Entre los símbolos de su ministerio episcopal, García Cuerva eligió las “chapas de las casas de las villas”, bajo los cuales “el calor y el frío se sienten mucho más, y allí se adquiere una sensibilidad particular que quiero mantener y profundizar en mi corazón de pastor estando bien cerca del pueblo”.

Nacido en la provincia de Santa Cruz, se graduó como Abogado de la Universidad Católica de Salta y además es licenciado en Teología y en Derecho Canónico. Como sacerdote ejerció gran parte de su ministerio en la villa La Cava de San Isidro, donde trabajó con personas en situaciones de exclusión social. También fue delegado de la Pastoral Penitenciaria y marcó las deficiencias de las condiciones carcelarias.

Junto a Gustavo Carrara, quien asumió como obispo auxiliar de Buenos Aires, García Cuerva se convirtió en el segundo obispo del Episcopado argentino con destacada experiencia en barrios vulnerables. La designación del Papa Francisco busca promover un camino de compromiso con los pobres.

El intendente, Martín Insaurralde, le dio la bienvenida al nuevo obispo: “Quiero felicitarlo y desearle muchas bendiciones en esta nueva etapa en nuestra ciudad“. La ceremonia contó con la participación de más de 20 obispos, como el titular del Episcopado, monseñor Oscar Ojea, y el arzobispo de San Juan, Jorge Lozano.

A la Catedral ubicada en Sáenz 438 asistió el jefe de Gabinete local, Guillermo Viñuales; el diputado provincial, Federico Otermín; los intendentes Fernando Gray, de Esteban Echeverría; Aníbal Regueiro, Presidente Perón; y Gustavo Posse, San Isidro; y la concejal de Tigre, Malena Galmar