La Unión | LOMAS

“Lo que pasó con Gabriela puede pasarle a cualquier otro trabajador”

.

Cientos de vecinos se movilizaron por Yrigoyen en reclamo de justicia por la docente de Lomas que falleció luego de que IOMA le negara los remedios para tratar un cáncer. 

"En el nombre de Gabriela hacemos presente a cada compañero afiliado a IOMA, trabajadores estatales en su conjunto. Lo que pasó con Gabriela es lo que puede pasarle a cualquier otro trabajador", señaló Mabel Sosa, docente y responsable del centro de salud del Suteba. Ella, al igual que cientos de maestros, familiares y alumnos, se manifestaron durante el mediodía de este jueves para pedir justicia por Gabriela Ciuffarela, la docente que falleció esta semana luego de que la obra social IOMA le negara la medicación para tratar su cáncer de médula ósea.

Convocados por familiares, colegas, amigos y estudiantes, el Frente de Trabajadores Estatales y Suteba, entre otras organizaciones, los vecinos se concentraron pasadas las 11.30 en la Plaza Grigera. Desde allí marcharon por Yrigoyen con carteles que sostenían: "No al vaciamiento de IOMA" y una bandera que envolvía a todos: "#IOMA abandonó a Gabi", hacia la sede local de la obra social de empleados estatales bonaerenses.

"Esto responde a un vaciamiento de IOMA. Con esta bandera pretendemos que haya un cambio, que el Gobierno de la provincia responda a lo que solicitamos, que es escuchar nuestras demandas como afiliados", agregó Mabel Sosa, que fue compañera de Gabriela en una escuela del barrio Olimpo.

EL CASO DE GABRIELA. Ciuffarella vivía en Lomas, tenía 46 años y hacía 23 que era docente. En mayo de 2017 le diagnosticaron mieloma múltiple, un tipo de cáncer de la médula ósea. A fines de diciembre, su médico le recetó Carfilzomib, entre otras drogas, pero IOMA le negó la medicación para su tratamiento por más de dos meses, y la mujer finalmente falleció.

Ciuffarella permanecía internada desde hace algunos días en el Hospital Santojanni con una neumonía, causada por el cáncer que tuvo metástasis en el pulmón, a raíz de la falta de uno de los remedios. Antes la docente había estado en la Clínica Espora de Adrogué, adonde ingresó con pérdida de conocimiento debido a la complicación de su cuadro.

“Desde IOMA-Lomas, su directora María José Capmany, nos dijo que los papeles se demoraron porque se les había fundido la camioneta y no pudieron llevar el trámite a La Plata”, contó Mariel, una amiga íntima que acompañó hasta último momento la lucha de Gabriela.

El 26 de diciembre le indicaron a Gabriela un tratamiento con tres drogas para aplicar en la quimioterapia: Carfilzomib, Lenalidomida y Dexametasona. La primera de ellas es la que la obra social IOMA se negó a entregar sin explicaciones y con un expediente cajoneado.

El 14 de febrero una abogada le exigió a IOMA que le entregue el remedio, citando la Ley 23.611 que declara “de interés nacional, en la política sanitaria, la lucha contra el cáncer, los linfomas, las leucemias y demás enfermedades neoproliferativas malignas”, y denunciando el abandono de pers