¿Por qué “Loco por Mary” es un clásico?
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El film de los hermanos Bobby y Peter Farrelly, protagonizado por Cameron Díaz, Ben Stiller & Cía, fue un furor de taquillas. Una comedia políticamente incorrecta.
Todo comienza cuando Ted, un torpe y tímido adolescente, con la cara plagada de acné, tiene una cita para concurrir al baile de graduación con la chica de sus sueños, la bella Mary Jensen.
La cita convierte finalmente e un verdadero desastre, incluso el muchacho termina hospitalizado luego de que se agarre parte de sus órganos genitales con el cierre del pantalón, con un primer plano de lo ocurrido.
Luego de aquel episodio que arruinó los planes del muchacho, Mary se muda con su familia a otro estado, muy lejos del torpe Ted, y nunca se volvieron a ver.
De esa forma arranca “Loco por Mary”, una irreverente comedia estrenada hace exactamente dos décadas, dirigida por los hermanos Bobby y Peter Farrelly, que se transformó en un clásico inoxidable con el correr de los años.
Luego de aquel comienzo, las escena se trasladan trece años después, cuando Ted sigue enamorado de Mary, tanto o más que en la adolescencia.
Por consejo de su mejor amigo Dom, decide contratar los servicios de un extraño detective privado llamado Pat para dar con el paradero de su amor de la adolescencia. Vueltas del destino, Pat también se enamora de Mary, sumándose a la lista de pretendientes, que jugarán sucio para conquistar a la muchacha.
Cameron Diaz se mete en la piel de Mary Jensen Matthews, que en su adultez se convirtió en una cirujana ortopédica. Mientras que un joven Ben Stiller es Ted Stroehmann, un hombre torpe y tímido que ama y está obsesionado con la protagonista.
Matt Dillon encarna a Pat Healy, el sórdido detective privado encargado de seguir a Mary, mientras que Chris Elliott es Dom "Woogie" Woganowski, el mejor amigo de Ted, que tiene un fetiche con los zapatos de chica a las que todos quieren conquistar.
“Loco por Mary” hizo añicos los clichés de las comedias románticas tradicionales y apeló a un humor políticamente incorrecto, coqueteando con ciertos momentos grotescos, bizarros y escatológicos.
Además, los personajes son caricaturescos al extremo, mostrando todas sus miserias para lograr el amor de Mary. Se suma a estas extrañas criaturas, una suerte de narrador/cantante que aparece al cierre de determinadas escenas.
También quedaron para la historia algunos momentos de antología, como la escena del gel para el cabello que deja durísimo al flequillo de Mary, parodiada por doquier desde entonces, y las peripecias que sufre el pobre perro de la protagonista.
Un furor. “Loco por Mary” fue un verdadero furor en las taquillas de buena parte del mundo y logró un cuarto lugar en Estados Unidos en el ranking de las producciones que más entradas cortaron en aquel 1998.
La película, luego, acumuló miles de repeticiones en los canales de aire y de cable y aún se puede encontrar con gran frecuencia en pantalla mientras se hace zapping.
El film colaboró en buena medida a explorar la popularidad de Cameron Díaz, ya consagrada por aquellos tiempos. Mientras que fue la consagración para Ben Stiller, que a partir de ahí no paró de ser protagonista de un sinfín de comedias.
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