La violencia laboral es poco denunciada por las trabajadoras
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Las mujeres casi no utilizan la figura de la violencia laboral cuando recurren a la justicia por conflictos en el trabajo, espacio donde deben adecuarse alguna normas a los nuevos roles femeninos y a derechos conquistados, señaló la fiscal Liliana Picón.
La funcionaria, a cargo de la Fiscalía N°8 del fuero del trabajo y especializada en equidad de género en el derecho laboral, forma parte de un equipo que investiga la discriminación y la violencia en ámbitos de trabajo con el auspicio de la Universidad de Tres de Febrero.
La ley 26.485 de violencia contra la mujer, que contempla el maltrato laboral ,"es invocada en pocas oportunidades, según un relevamiento que hicimos con el Programa de Género del Ministerio Público Fiscal", contó Picón al portal fiscales.gob.ar.
Asimismo, reconoció que "no existe" en el fuero laboral un registro específico para las causas que ingresan con apoyo en la ley de violencia contra la mujer.
"No es frecuente que se formulen reclamos por nulidad del despido cuando éstos obedecen a motivaciones discriminatorias por razones de género", agregó.
La fiscal recordó un sólo caso de una trabajadora madre "quien requirió la nulidad de su despido porque entendió que obedecía a motivos discriminatorios" y resaltó que "hay condenas a empresas por el acoso ejercido por directivos contra trabajadoras".
Picón explicó que la violencia de género "puede ocurrir en cualquier etapa del contrato laboral. Los casos que nosotros vemos se verifican durante el curso del vínculo y que desembocan en un despido o una renuncia", señaló.
En ese sentido, resaltó dos casos: el conocido como `Freddo` que se dirimió durante 10 años en la justicia Civil, ante una presentación de la ONG Mujeres en Igualdad que detectó que la empresa contrataba casi exclusivamente varones.
Un fallo del 2002 determinó que la cadena de heladerías debía contratar, en el futuro, sólo a personal femenino hasta compensar en forma equitativa y razonable la desigualdad producida.
El otro caso testigo es el llamado `Sisneros`, apellido de Mirtha, una salteña a quien se le impedía ser conductora de ómnibus hasta que, el año pasado, un dictamen de la procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, instó a que se tomen medidas para contrarrestar la segregación por género.
Picón planteó algunos cambios necesarios, como la revisión del régimen de licencias "apuntando a la co-responsabilidad familiar", que considera "una de las bases que genera la desnivelación de la mujer".
Una opción es la incorporación de la licencia parental que "no es la licencia paterna" sino la que "puede ser usada por padres o madres luego del nacimiento y que permite compartir la responsabilidad familiar".
Otro eje resaltado es el sindical, porque "involucrando a la mujer a la negociación colectiva, ha ingresado la perspectiva de género. Creo que la negociación colectiva es un campo muy fértil para lograr conquistas a nivel de género", dijo la funcionaria.
Picón consideró que las mujeres "tienen que conocer y no deben temer acudir a la justicia. Tiene que perder el mie
