RESPIRA MÚSICA Sandro y Julio Sosa eligieron la ciudad para vivir, y bandas como El Otro Yo, Juana La Loca y Los Brujos surgieron en distintos barrios de Lomas.
Quienes me leen o me siguen en redes saben que desde hace varios años llevo adelante un viejo anhelo: tener mi propia banda de blues y rockabilly. Así nació Lapeband, el grupo con el que canto, revivo a mis ídolos adolescentes y, sobre todo, comparto escenarios y risas con amigos de toda la vida.
Ensayamos en Banfield, mi lugar en el mundo. Y mientras recorremos distintas ciudades del país, no puedo evitar sentir que formo parte de una tradición musical más amplia, profundamente arraigada en el sur del conurbano. Porque Lomas de Zamora, aunque muchos lo desconozcan, también escribió capítulos fundamentales de la música argentina.
La historia se remonta a mediados del siglo XX, cuando uno de los grandes nombres del tango decidió hacer pie en Banfield. Era el uruguayo Julio Sosa, el mítico "Varón del Tango", quien encontró en las calles tranquilas de la zona sur el refugio ideal. Los vecinos aún recuerdan que solía pasar horas en el recordado bar El Sol, en la esquina de Vergara y Maipú, donde participaba con entusiasmo de las clásicas charlas de café que hacían historia.
Años más tarde, otro artista inmenso eligió también este rincón del mapa para dejar huella: Sandro. Nacido en Valentín Alsina, Roberto Sánchez construyó su icónica mansión en Beruti al 200, donde vivió como una leyenda viva hasta el final. Cada 19 de agosto, su cumpleaños, la vereda se convertía en un santuario: cientos de fanáticas -sus eternas "nenas"- llegaban con flores, regalos y hasta las célebres bombachas que le ofrecían como ofrenda. Muy cerca de allí, en la esquina de Alem y Darragueira, una plaza lleva su nombre como homenaje a una de las voces más populares y carismáticas de América latina.
Pero el pulso musical de Lomas no se limita al tango ni al romanticismo de Sandro. También tuvo un papel clave en los orígenes del rock argentino. Piero, figura emblemática de los años 60, pasó su infancia entre los adoquines de Banfield. Y ya en la explosiva década del 90, la zona se convirtió en semillero de grupos que marcaron una nueva etapa para el rock alternativo nacional: El Otro Yo surgió en Temperley; Juana La Loca, en Lomas; y Los Brujos, en Turdera. Todos ellos trascendieron el circuito local y hoy son considerados bandas de culto.
Incluso Babasónicos -aunque oficialmente nacidos en Lanús- tuvieron sus primeras aulas en el colegio Balmoral, una institución tradicional de Banfield que también vio pasar a varias futuras figuras del under. Y como si faltaran pruebas de la conexión de Lomas con la música, vale recordar que Sumo, la legendaria banda de Luca Prodan, ofreció su último recital en el estadio de Los Andes, el 20 de diciembre de 1987, apenas dos días antes de la muerte de su líder. ¡Hasta la semana que viene, amigos!