LE PEGARON EN PATOTA La Justicia confirmó que un vecino de Santa Marta acusado de abuso era inocente. Sin embargo, ahora sufre amenazas.
El vecino de Santa Marta que fue linchado por un supuesto abuso sexual en Ingeniero Budge que no cometió, ahora sufre una pesadilla junto a su familia, y reclama la intervención de las autoridades, ya que teme por él y su familia.
"Esta persona se puso en frente de la escuela de mi hijo, y lo tuve que resguardar a mi nene", manifestó Micaela, la esposa de Pablo Cuello, el hombre que fue víctima de una feroz golpiza en patota por un caso de abuso que no cometió. Así lo determinó la justicia de Lomas de Zamora.
Luego de que las autoridades judiciales hayan desestimado la acusación contra su marido, la familia de la mujer que lo denunció fue a su casa, con intención de agredirlos. Desde que entones, comenzó el hostigamiento.
En diálogo con La Unión, la mujer manifestó su temor por las represalias de la familia que habría su marido, y que además de todo, lo lastimaron a golpes. Incluso le habrían pegado "palazos en la cabeza".
"El 6 de agosto, mi pareja fue a retirar a mi hijo del Instituto Manuel Quintana, y estas personas empezaron a gritarle cosas y pegarle con un palo por todos lados", explicó la joven de 27 años, sobre el violento ataque ocurrido sobre Intendente Tavano y Miramar, en Budge.
Esa vez, la patota atacó sin piedad a Cuello, quien sufrió varias lesiones e incluso estuvo internado por las heridas. Pese a que actualmente se encuentra bien de salud, vive con miedo tras el linchamiento.
Según aclaró Micaela, su pareja fue denunciado, pero la acusación habría sido descartada, debido a que está comprobado que estaba trabajando al momento en el que la joven presuntamente abusada fue "manoseada". Sin embargo, sigue siendo acosado y hostigado.
Es que a raíz de las lesiones, y el impacto psicológico que generó la golpiza en el niño de 8 años que vio como atacaban a su padre en frente de su escuela, decidieron recurrir a la Justicia. Como represalia, el pasado 7 de septiembre se presentaron en su domicilio en busca de venganza.
"Vinieron queriendo que les muestre los papeles de la denuncia que hizo mi pareja y los nombres de los testigos", señaló Micaela. Incluso habrían agredido a una menor, insultado y amenazado.
"Pedimos restricción perimetral para esta gente, pero no nos dieron", contó Micaela. "Mi pareja se sigue trasladando en auto, porque la verdad que yo no sé qué puede pasar", manifestó la joven.