DENUNCIA La joven que semanas atrás denunció haber sido abusada por el propietario de la vivienda que alquilaba en el barrio Santa Catalina, vive atemorizada.
La joven que denunció haber sido abusada por el propietario de la casa que alquilaba para vivir con su hijo de 2 años en el barrio Santa Catalina, ahora teme por su vida, por las amenazas de muerte que recibe.
"No sé de lo que es capaz", expresó Ayelén, la joven que habría sido víctima de abuso sexual, según consta en la denuncia, a la que tuvo acceso La Unión semanas atrás.
En diálogo con este medio, la denunciante relató la pesadilla que vive después de la traumática situación que vivió. Además de las secuelas psicológicas, ahora padece amenazas de muerte por redes sociales. Su sospecha es que los autores de esas maniobras intimidantes sería del acusado o de su entorno.
A pesar de que recurrió a la Justicia, y de que el presunto abusador está preso con prisión preventiva, en más de una oportunidad recibió mensajes amenazantes contra ella y su hijo.
"Hay una orden de secuestrarlos y matarlos a ambos", se lee en uno de los mensajes que recibió la víctima a través de un perfil falso de Facebook.
En otra de las capturas a las que tuvo acceso La Unión, se observa que el mismo usuario insiste. "La persona que quiere pagar para hacerte sufrir ordenó matarte con tu sobrino", escribió.
El imputado es un hombre identificado como Brigido Nery O., quien la habría acosado durante los últimos meses, con mensajes de WhatsApp, y llamadas reiteradas a cualquier hora del día o de la noche.
Sin embargo, el episodio más grave sucedió el pasado 11 de agosto, cuando habría violado a su inquilina. Posteriormente a ultrajarla, también le habría apuntado con un arma de fuego para desalojarla a la fuerza, e intimidarla para que no contara nada. Sin embargo, Ayelén se armó de valor y pidió ayuda a su familia, en medio del shock.
"Hace unos seis meses empezó a acosarme demasiado. Me llamaba a toda hora sin ningún motivo. Buscaba excusas para hablarme, no me permitía recibir visitas. El último mes hasta me cambiaba el candado del portón para llamarlo y tener excusas", contó a este medio.
"Me invitaba a comer, o a tomar mates. Le decía que no, o no le contestaba y me insultaba, me decía que le desalquile su casa, qué si no salía yo, me iba a sacar todas mis cosas a la calle", agregó.
La joven de 21 años volvió a recurrir a la Justicia por temor, y ahora el caso es investigado por la UFI 7 de Lomas de Zamora, mientras el presunto abusador permanece tras las rejas, a disposición de la UFI 9.