Le quisieron robar y los mató: lo acusan de exceso en legítima defensa

BANFIELD El imputado es un policía, quien aseguró que dos delincuentes lo amenazaron con un arma para robarle la moto. La Justicia puso en duda los límites de su accionar.

El lugar donde el policía mató a los dos jóvenes.

Uno de los delincuentes tenía un arma de plástico.

Imputaron por exceso en la legítima defensa a un policía que mató a dos delincuentes que quisieron robarle la moto en la localidad de Banfield a fines de febrero.

El hecho ocurrió en el cruce de las calles Estrada y Godoy Cruz. El policía Thomás Z. aprovechaba su día de franco para trabajar llevando encomiendas para una aplicación y se disponía a realizar una entrega, cuando fue interceptado por un joven que lo amenazó con un arma para robarle la moto.

Se trataba de Samir Carballo, de 14 años. A unos metros se encontraba Federico Jalil, de 18, señalado como partícipe del robo. El agente se identificó como policía, sacó su arma reglamentaria y dio la voz de alto. Al ver que no lo obedecían, les disparó.

Jalil murió de un balazo en la cabeza, mientras que Carballo recibió un tiro en el tórax y fue trasladado al Hospital Gandulfo, donde falleció poco después.

En la escena del crimen se había encontrado un arma de fuego de plástico que había utilizado uno de los jóvenes para asaltar al policía. Además, se supo Carballo había sido quien llamó al policía por la aplicación. Eso reforzó la hipótesis de una legítima defensa, con lo cual el oficial quedaría eximido de toda responsabilidad. Pero todo cambió en los últimos días.

Tras una indagatoria, desde la Unidad Funcional de Instrucción Nº8 de Lomas de Zamora pusieron en duda los límites del accionar del policía. El fiscal Jorge Grieco entendió que la respuesta del oficial superó el límite permitido por la ley.

Con este escenario, la carátula cambió y el policía quedó imputado por "homicidio en exceso de la legítima defensa", delito que prevé una pena de uno a cinco años de prisión.

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