PROCESO JUDICIAL La víctima sobrevivió a la brutal agresión a botellazos, cuando salía de un boliche. Los acusados fueron detenidos, pero la causa no avanza.
El joven de Lomas de Zamora atacado por una patota a la salida de un boliche de Ezeiza, sigue a la espera de justicia por la brutal golpiza que recibió, y que incluyó hasta botellazos en la cabeza.
La demora del juicio se debe a una estrategia de los abogados defensores de los cuatro acusados de ser autores del violento hecho ocurrido en julio de 2024, y que fue filmado por testigos.
Fuentes judiciales indicaron a La Unión que los letrados incluyeron múltiples testigos, en busca de desacreditar la hipótesis de un intento de asesinato en contra de Thomas Fernández.
Los agresores pasaron de estar detenidos "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en tentativa en concurso real con robo agravado por el empleo de arma", a estar procesados por "homicidio simple en grado de tentativa", un delito menos grave.
"Me encuentro preocupado y en estado de alerta por la medida que pueda tomar el juez y beneficie a estas personas que atentaron alevosamente contra mi vida", expresó Thomas, semanas atrás a este medio.
El damnificado reconoció su preocupación por un posible giro en la causa, y que se le conceda el arresto domiciliario a los cuatro detenidos. "Espero y quiero confiar en la justicia para que los culpables paguen su delito con cárcel la pena que se le otorgue", señaló.
Los procesados fueron arrestados en agosto de 2024, un mes después del hecho, durante una serie de allanamientos realizados en la localidad de Carlos Spegazzini. Habían sido identificados gracias a los videos aportados cómo pruebas en la causa.