CLÁSICOS Julio Dupont y Pablo Rancaño reprodujeron un viaje histórico realizado por la marca del óvalo azul en Argentina. El vehículo tiene 100 años de antigüedad.
El amor por los autos clásicos y la historia que gira en torno a ellos, a veces, puede desconocer límites. Esta teoría la confirman dos coleccionistas que decidieron reproducir un raid promocional que realizó Ford su icónico modelo "T", en Argentina. Esta historia es protagonizada por Julio Dupont, oriundo de la localidad de Algorrobo, partido de Villarino, y Pablo Rancaño de Río Colorado, Río Negro, quienes pasaron por Lomas.
La travesía que encararon estos aficionados, sin elementos de seguridad y ningún tipo de asistencia, con un Ford T, de 1924, consistió en reeditar la travesía realizada por la marca de Michigan cuando armó la unidad 100.000 del modelo considerado como el primer automóvil económico producido entre 1908 y 1927.
Hace más de 100 años, el recorrido original del mítico Ford T implicó nada menos que 79 localidades, una hoja de ruta que se tradujo en atravesar por cuatro provincias: Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Pampa, para completar 5.200 kilómetros. Después del raid, ese auto fue rifado a la Cruz Roja Argentina, se perdió en el tiempo y no se sabe que pasó.
Varias décadas después, estos aficionados decidieron reproducir la experiencia. Solo que, a diferencia del trayecto original, tomaron un modelo de 1924 y partieron desde Algarrobo, con destino final la antigua planta de Ford, que estaba ubicada en el barrio porteño de la Boca.
En diálogo con el Diario La Unión, durante su paso por Lomas de Zamora esta semana, uno de los conductores, Julio Dupont, brindó detalles de la aventura que inició a fines del 2024.
"Desde el 29 de diciembre tengo el brazo y el cuello de otro color por el sol, en el medio se me fundieron dos bielas, se me prendió fuego el motor, se me rompió el diferencial, siempre hubo gente espectacular que me dio una mano y sacamos todo adelante. Lo más difícil que me tocó atravesar fue una quemadura raíz de un chorro de agua que saltó. En ese momento, personas me pararon en medio de la ruta, y me llevaron a una salita médica, me inyectaron y seguí andando", detalló.
Y agregó: "Si este viaje lo hubiera hecho con un auto normal, no me hubiera llenado el corazón".