aniversario Ubicado en el corazón de Banfield, fue el primer boliche bailable privado de zona Sur, ya que antes los bailes se hacían en clubes y sociedades de fomento.
Entre todos los records y destacados que tiene Lomas de Zamora, el boliche Mi Club no pasa desapercibido: no sólo es uno de los lugares nocturnos más emblemáticos de zona Sur que no pasa de moda, si no que es la discoteca más antigua de América.
Hoy cumple 74 años y se mantiene activo como siempre. De hecho, para esta noche preparan una gran celebración con DJ's que recorrerán la música más escuchada de estas décadas. No es para menos, hay mucho para festejar.
Mi Club comenzó a funcionar en 1950, aunque su primer nombre no era el mismo a como se lo conoce hoy en día, el cual tomó una inmensa popularidad. Los fundadores fueron cuatro amigos que empezaron a hacer encuentros bailables los domingos, pero como les fue bien se pasaron a los sábados y decidieron encarar el proyecto ya de una forma más estable.
En sus inicios, el espacio bailable se llamaba Disclub, pero esa denominación duró aproximadamente un año ya que los propios dueños de aquella época le pusieron Mi Club: en principio funcionó en unos salones que le alquilaban a la Sociedad de Ingenieros, Arquitectos, Constructores y Anexos, en la calle Chacabuco, hasta que luego se mudó a su actual locación, en Cochabamba 249.
El boliche se destacaba por ser elegante y lujoso: los hombres pasaban únicamente si lucían de traje, zapatos y pelo corto, mientras que las mujeres debían usar vestido largo como requisito indispensable. Cabe resaltar que fue el primer boliche bailable privado de zona Sur, ya que antes los bailes se hacían en clubes y sociedades de fomento.
Fue tanta su popularidad que se lo comenzó a llamar como el "Registro Civil" de zona Sur, en clara referencia a la cantidad de parejas que se formaban en sus pistas y que luego contraían matrimonio, quedando unidos para toda la vida.
EN PRIMERA PERSONA
Fue el primer lugar donde se festejaron los aniversarios, los carnavales y se empezó a enganchar la música, como también los juegos de luces. Pero el principal secreto para el éxito va más allá de ser pioneros: diferentes entrevistados por La Unión, que son históricos habitués de Mi Club destacan que es como una gran familia.
Sergio Del Negro (65) es un lomense que asiste a Mi Club desde 1974: la primera vez que pisó el boliche tenía 17 años. "Lo que encontré acá es una familia, eso sigue existiendo y por eso sigo viniendo a compartir y a charlar, es algo que me desenchufa de la rutina", sostuvo en una entrevista realizada el año pasado.
Carlos Croce se sumó a la conversación y contó que las primeras veces que fue a Mi Club se dieron a finales de la década del '80 y que llegó, como la mayoría, con un grupo de amigos: "Vimos crecer al boliche. Es un lugar que aún te genera un gran sentido de pertenencia, pero es recíproco, porque la gente es fiel a este espacio".