Puso una escuela de manejo y estudiará psicología para ayudar a sus alumnos

Comprometida Rosa Rojas tiene una academia inclusiva y por las historias de vida que fue conociendo, este año quiso ir más allá y colaborar desde una mirada profesional. 

Al volante y decidida a convertirse en una profesional.

Gracias a las historias de sus alumnas se decidió a seguir una carrera universitaria.

Rosa Rojas, vecina de Centenario de Lomas, arrancó a estudiar la carrera de Psicología con el objetivo de ayudar a sus alumnas de la academia de conducir sólo para mujeres que fundó hace casi 4 años, pero que luego se fue expandiendo para que sea un espacio inclusivo.

Muchas veces no saber conducir está relacionado a otros factores, muy personales, y Rosy al conocer tantas historias de vida entendió que su trabajo iba más allá se enseñar los cambios de un vehículo y que la parte pedagógica tenía que estar relacionada con la psicológica.

"Sólo chicas inclusivo" es el nombre del emprendimiento que está en Banfield y que creó Rosy. "En un principio hacía viajes para aplicaciones, pero luego de una situación fea que atravesé salí de ese ámbito, me hice una cuenta de Instagram que se llamaba 'Sólo chicas viajes' y comencé a trabajar así de a poco hasta que una de las pasajeras me pidió que le enseñe a manejar y ahí arranque con el emprendimiento de la escuela", explicó sobre sus comienzos.

Las historias que Rosy fue escuchando de cada una de sus alumnas la conmovían y ahí su pasión por el trabajo y su compromiso lograron que incorporara mucho más su paciencia y la atención para poder consolarlas en muchos de los casos y ayudarlas a atravesar los miedos para que puedan aprender a manejar.

"Te cuentan muchas historias, pero al poco tiempo comencé a recibir a otro sector de la sociedad que sufre discriminación sobre todo en este rubro que es muy machista. Llegó a mí una chica trans que había sido excluida de otra escuela de manejo y lo mismo sucedió con un chico gay que cuando fue a otra academia le dijeron que no había turno para él sólo por la forma de hablar y así es que amplié el rubro para poder ayudar a las minorías y agregué la palabra inclusiva al proyecto", expresó la emprendedora de Centenario.

Actualmente, cuenta con 4 autos de automanejo y tiene de entre 25 a 30 alumnos por día, de lunes a viernes y los sábados unos 15 aproximadamente.

Te cuentan muchas historias, pero al poco tiempo comencé a recibir a otro sector de la sociedad que sufre discriminación sobre todo en este rubro que es muy machista. Llegó a mi una chica trans que había sido excluida de otra escuela de manejo y lo mismo sucedió con un chico gay.

"Tengo mucho trabajo por suerte porque además de enseñar me gusta mucho escuchar y de esa manera ayudar porque hay muchas historias detrás de la imposibilidad que tienen muchos para aprender a manejar y hay que trabajarlo mucho para que el resultado sea positivo. Me ha pasado de tener mujeres que vienen a aprender a escondidas del marido porque no quieren que maneje y hoy ya se animaron a encarar esa situación y se van con el auto a todos lados", contó Rosy.

LAS GANAS DE ESTUDIAR UNA CARRERA UNIVERSITARIA

Todos estos años, sin duda que Rosy además de enseñar aprendió de cada historia que escuchó y eso la ayudo a decidirse a estudiar la carrera de psicología que esta a punto de arrancar la semana que viene.

"Me anote este año porque lo venía pensando de hace un tiempo y finalmente me decidí. Me parece que va a hacer un muy buen plus para mi emprendimiento", señaló la responsable de la autoescuela.

Con gran expectativa se anotó en la Universidad Kennedy de Lanús donde el jueves próximo tendrá su primera clase virtual y luego arrancará con la etapa presencial.

"Esta decisión se los debo a mis alumnos que me incentivaron a estudiar para tener más herramientas para los que vendrán porque es increíble como la parte psicológica de las personas los limita para algo como el manejo. Muchas se han encontrado con terceros que le han metido miedo o han afectado la autoestima, ni hablar de las minorías, de los que han sido discriminados porque en la calle también pasa que se la agarran con quien ven al frente del volante", aseguró la experta en manejo.

Los insultos, malos tratos y demás inconvenientes en la vía pública también son moneda corrientes para las mujeres. "Una chica trans me contó que ha recibido mucha discriminación por su condición cuando maneja, a veces tienen episodios tan severos que las limitan a volver a manejar", concluyó Rosy convencida que se viene una nueva etapa de mucha ayuda, solidaridad y empatía para los casos más severos que tenga que recibir en su escuela de manejo @solochicasalvolanteinclusivo

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