Naturaleza en el hospital En el marco del segundo encuentro de Concientización sobre Trisomías que se extendió por tres jornadas, presentaron un mural y dos macetas con asclepia.
Durante la última jornada del encuentro de Concientización sobre Trisomías se desarrolló un acto muy especial con el objetivo de que el Gandulfo cuente con su propio mariposario.
Gracias al Vivero Los Tilos de Banfield y a la pequeña Muriel Fernández Danyluk, que desde sus 8 años se dedica a criar mariposas, se plantó en el patio del hospital dos plantas fructíferas para que se acerquen las mariposas monarcas.
Además, en el mismo lugar se instaló un mural con el lema de la segunda jornada sobre trisomías: "Cambiando la narrativa entre todos, porque cada historia cuenta".
Fusionar la maravilla de la naturaleza y el medio ambiente con la jornada que se basó en concientizar sobre las distintas anomalías genéticas fue fundamental para visibilizar la alteración cromosómica y concientizar sobre la temática.
"Nos convocaron las médicas pediátricas del Gandulfo en el marco de este encuentro tan importante porque además en el centro de salud se han involucrado siempre en el cuidado y en la cría de mariposas", explicó Tamara Bratich, del Vivero Los Tilos, ubicado en la calle Melo en Banfield que además cuentan con un mapa de los jardines de mariposas que hay en la zona.
El mariposario se instaló en el patio del hospital. "Hay dos macetas de 50x50 que allí plantamos junto a Muriel la planta nectarífera y la hospedera que es la asclepia donde colocan sus huevos y se alimentan para desarrollar su ciclo", detalló Bratich.
En tanto, junto a las macetas se coloco el mural que hizo la artista Viviana, el cual fue realizado con material reciclado y lleva el lema de dicho encuentro.
Muriel fue convocada por su enorme trabajo junto a las mariposas, labor por la que fue distinguida por el Honorable Concejo Deliberante de Lomas para valorar el compromiso con el medio ambiente.
La mariposa nace gracias a su transformación de oruga a mariposa y las trisomías también son símbolos de alteración, por eso, aceptar, entender y acompañar en ese proceso es fundamental tanto para los profesionales de la salud, como así también para las familias que se encuentran con estos diagnósticos.
Las trisomías se producen por la alteración de algún cromosoma y concientizar, brindar información y acompañar a las familias que tienen ese diagnóstico fue el objetivo de esta segunda jornada que se realizó por tres días y contó con profesionales de la salud que dictaron charlas y herramientas para padres y para todo el personal de salud. Dentro de las diversas trisomías, las más frecuentes son: la trisomía 21 o Síndrome de Down, la 18 o Síndrome de Edwards y la 13 o Síndrome de Patau.
Antes de finalizar la jornada, la psicóloga perinatal Ivanna Dehollainz, quien perdió a su hija con trisomía 18 o Síndrome de Edwards, leyó un texto escrito por ella misma: "Las mariposas son de las creaciones más asombrosas de la naturaleza, admiradas por su belleza y poder de transformación desde que son orugas. Pasan por un proceso de metamorfosis hasta lograr volar libre por el cielo celeste. Estas mariposas con un cromosoma extra o una anomalía congénita son hermosas, pequeñas, frágiles y en la vida y con el amor de sus familias son compatibles. Entre todos y todas, conjuntamente con el aleteo de las alas de cada mariposa se contribuirá a un gran cambio en la narrativa y paradigma de las trisomías y anomalías congénitas".
Por eso, remarcó que los diagnósticos que se deben dar a tiempo. "Ese cambio que esperamos de humanizar los diagnósticos: donde se brinden de manera respetuosa, con lenguaje imparcial, de manera objetiva, centrándose en los problemas específicos de salud de esa persona, no reduciéndola a un síndrome, escuchando a las familias y formando parte del equipo de salud en el que los diagnósticos no son pronósticos y los cromosomas y anomalías congénitas no determinen el valor de una vida porque cada historia cuenta. En equipo podemos hacer posible que cada mariposa escriba su propia historia", concluyó.
El espacio de las mariposas quedará allí para que sea un lugar más donde se pueda generar ese ciclo de la naturaleza ya que las mariposas podrán ir a alimentarse gracias a estas dos macetas que contienen la planta fructífera.
"El mariposario del Gandulfo es el número 96 de nuestro mapa de jardines, pero en total ya tenemos en la zona y alrededores 97 y esperamos llegar pronto a los 100", concluyó la responsable del vivero que trabaja siempre en el cuidado del medioambiente.