UN EJEMPLO Valeria Núñez trabaja en el Gandulfo y brinda turnos a los afiliados al PAMI. Pero, mientras están en la recepción, los contiene y divierte con muchas actividades.
Dar mucho más de lo que tu trabajo te exige. Ese es el caso de Valeria Núñez (40), quien trabaja en el Hospital Gandulfo administrando los turnos para los afiliados al PAMI. Pero lo cierto es que ella fue más allá y decidió darle vida a la sala de espera, a tal punto de jugar, cantar, bailar y dialogar con los adultos mayores con el objetivo de contenerlos, escucharlos y, sobre todo, hacerlos felices.
Valeria vive en Ezpeleta y todos los días se levanta a las 3 de la mañana para prepararse y asistir a su trabajo en el Hospital Gandulfo (Balcarce 351), donde se encarga de la atención a los adultos mayores afiliados al PAMI. "Mi espacio laboral es la recepción, donde brindo turnos a mis 'pacientitos', tal cual los llamo yo a pesar de no ser doctora. En esa sala de espera lo que trato de hacer es que pasen un momento ameno mientras esperan a ser atendidos, con el objetivo de curarles el corazón y el alma", reveló, y luego indicó que, lo que para muchos parece un gran sacrificio, para ella es algo totalmente natural ya que "soy muy feliz en mi trabajo".
Además de desarrollar las tareas administrativas, como anotar los días y horarios de los turnos a cada afiliado que va a atenderse al Gandulfo, Valeria va más allá y busca que en la sala de espera haya "buenas vibras y mucha armonía" a través del canto, el baile, ejercicios y juegos que, sin que los adultos lo noten, son fundamentales para su desarrollo cognitivo.
"Cuando empecé a trabajar en el Hospital Gandulfo, el sector estaba apagado, con una baja energía. Si bien mi tarea era organizar los turnos, quise aportar mi granito de arena para conseguir un cambio favorable, además de contener y escuchar a los adultos mayores", aseguró, e inmediatamente añadió: "Creo que lo logré porque los pacientes me lo dicen todo el tiempo y ellos me muestran su agradecimiento. Vienen y se van felices".
"Compromiso social" fue la frase que eligió Núñez para resumir su tarea diaria, dejando en claro que su labor va mucho más allá que lo meramente administrativo. "Formamos una linda amistad y hasta me regalan cosas. Yo me crie con mi abuela y ella falleció hace cinco años, entonces estar con los adultos mayores me hace acordar a ella y, por ende, soy feliz", contó, muy emocionada.
Cabe resaltar que Valeria trabaja en la institución de salud pública de 6 a 12. Hace algunos días cumplió un año y medio desde su llegada al Gandulfo y, en plena charla, contó la primicia de que pudo renovar su contrato laboral, por lo que en 2024 seguirá presente brindándoles amor a sus "pacientitos".
Formamos una linda amistad y hasta me regalan cosas. Yo me crie con mi abuela y ella falleció hace cinco años, entonces estar con los adultos mayores me hace acordar a ella y, por ende, soy feliz.
Para finalizar, Núñez le agradeció a todo el equipo del Hospital Gandulfo por la confianza que depositan en ella y por la libertad con la que la dejan desarrollar su labor. "Siento que estoy en el lugar ideal, es sumamente gratificante", concluyó.