Buscan determinar el móvil del crimen del hombre hallado en un tanque 

INVESTIGAN La Policía detuvo a la pareja de la víctima, que quiso simular un robo. Los investigadores no descartan una hipótesis que podría complicar a la mujer.

El hombre asesinado tenía 56 años y era técnico en refrigeración.

La investigación por el crimen de Juan Mangoni, un técnico en refrigeración de 56 años asesinado a puñaladas, cuyo cuerpo fue encontrado dentro de un tanque de agua en Temperley, gira en torno a determinar el móvil del macabro hecho descubierto este domingo, gracias a un llamado al 911 de su pareja, quien trató de simular un robo y quedó detenida.

Fuentes judiciales informaron a La Unión que la mujer, identificada como Adriana Luzuriaga, de 50 años, se negó a declarar y permanece tras las rejas. Mientras tanto, la fiscal Marcela Juan, quien está a cargo de la causa, no descartó que la sospechosa haya contado con la complicidad de más personas para cometer el asesinato, una hipótesis que complicaría la situación judicial de la imputada.

Luzuriaga les dijo a los efectivos de la Comisaría 8° de Lomas de Zamora que se presentaron en la vivienda ubicada sobre Sáenz Peña al 2100, que su pareja fue asesinado por delincuentes que entraron a robar, y los sorprendieron mientras dormían.

Además, aseguró que la obligaron a ella a introducir el cuerpo de Mangoni en el tanque de agua de plástico que tenían en el patio. Sin embargo, cuando personal de la Policía Científica realizó su trabajo en el lugar, comenzaron las contradicciones de la mujer.

Al llevar a cabo las pruebas de luminol, los peritos detectaron que pese a haber sido lavada, la escena primaria del crimen había sido la entrada a la casa, en el living y, al retirar los muebles, advirtieron de debajo de algunos se había escurrido sangre que no había llegado a ser limpiada.

En ese momento, Luzuriaga se desdijo de la versión inicial y aclaró que los asesinos no eran cuatro, sino sólo dos. También afirmó que habían ingresado por los fondos, pero los profesionales determinaron que resultaba imposible debido a la altura de los muros que rodean la edificación.

Durante la inspección de la Policía, no faltaban elementos de valor en la casa, tampoco había ingresos forzados. Tampoco había testimonios de vecinos que dieran cuenta de ruidos, tal como manifestó la testigo, que habló de una pelea a gritos.

También se determinó que los celulares que la mujer aseguró que les habían robado, habían sido arrojados en el inodoro del baño de la casa. Por otro lado, encontraron una notebook bajo la ducha abierta del baño, lo que entendieron que era una maniobra para dañar la computadora donde se guardaban los archivos de las cámaras de seguridad.

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