En González Catán La boxeadora de Lomas de Zamora derrotó por KO en el 2º round a Patricia Ibarralen. "Es un sacrificio muy grande el que hago", afirmó sobre su carrera.
Camila Heredia cumplió una etapa dentro del boxeo, ya que frente a Patricia Ibarralen peleó por última vez como amateur. Fue en González Catán, donde además, la de Lomas de Zamora se quedó con el título de la Federación Argentina de Boxeo. Un cierre espectacular, luego de años de mucha lucha.
El combate, fue la revancha del que se llevó a cabo en mayo pasado en el estadio de la FAB –y televisada por TyC Sports-, donde la de San Vicente se quedó con el triunfo por puntos.
"Me avisaron un lunes para pelear con ella un sábado, en los que tuve pocos días para bajar cuatro kilos. Llegué cansada, pelee igual y perdí por puntos", explicó Heredia en diálogo con La Unión sobre la primera pelea.
Y continuó: "Después salió la oportunidad de hacer la revancha en el Club El Tala, en González Catán, por el título de la Federación. Estuve 18 días corriendo, entrenando, guanteando y haciendo dieta para estar en óptimas condiciones. Por suerte re bien con el peso, llegué con 50,200 kilos".
La derrota previa le sirvió de aprendizaje, ya que observó cosas de su rival que aprovechó para utilizar en el último enfrentamiento. "En el primer round salí a trabajar lo que habíamos practicado con mi equipo y con mi marido (Ricardo Cejas) que me ayudó mucho con la técnica, salí a cortarle el ring, dispuesta a tirar", dijo "El Taladro", apodo que utiliza por Banfield, el club de sus amores.
"En el segundo lo que hice fue arrinconarla porque vi que en la pelea anterior no me tiró mucho abajo, así que lo que hice esta vez fue contraatacar, tirarla contra el rincón y una vez contra las cuerdas tirarla abajo. Ahí le di un gancho al hígado, le dieron cuenta y gané por nocaut", agregó la representante de Lomas de Zamora.
Ya con menos revoluciones que el día de la pelea, Camila contó las sensaciones que le dejó la victoria. "Más que feliz, una emoción terrible porque me gané el título de la Federación en mi última pelea como amateur. Era importante porque es un sacrificio muy grande el que hago, me banca mi familia, mi hijita, mi mamá, mi papá, toda la gente que me quiere".
Para poder subirse al cuadrilátero, tuvo que organizar una rifa para poder comprarse las vitaminas. El Festival de Boxeo fue a beneficio de Emir Flores y Gastón Bustos, dos nenes que están luchando contra una dura enfermedad y todo lo recaudado era para poder ayudarlos con su tratamiento.
"Quiero agradecer al Club Atlético Banfield, el Movimiento Evita, los profes de Puño de Acero, Edgardo Pizarro, Héctor Fuentebuena, "Chino" Navarro, Mari y Maga por los guanteos, a la gente que ayudó con la rifa, Mariano y "Roly" por la oportunidad de esta pelea, a los chicos del "Colectivo", a mis viejos, mis tíos, madrinas, a mi Dios que es tan grande y a mis ángeles, mis abuelos que están el cielo y que siempre me guían, a Ale que me ayudó con su gim, a Raúl de la iglesia y su familia, y a todos mis amigos y amigas que me fueron a ver y están siempre, esas nenas hermosas que me hicieron carteles, a Tony de la gomería Spinosa, a Jesi de Woman Power, a las mamás del cole que están en las buenas y en las malas", finalizó Camila.