Emanuel Ibáñez volvió a Temperley y se ilusiona: "Hay hambre de gloria"

Entrevista Tras brillar de la mano de Walter Perazzo, regresó al Gasolero con la ilusión de lograr lo que no pudo en su paso anterior.  "Tenemos plantel para pelear", dijo.

Ibáñez fue el primer refuerzo en este mercado de pases.

Emanuel Ibáñez fue uno de los cuatro refuerzos que incorporó Temperley para afrontar la segunda parte de la temporada de la Primera Nacional y de esta manera inició su segunda etapa en la institución, ilusionado con lograr algo que no pudo conseguir en su primer paso: el ascenso a la Liga Profesional.

Ibáñez fue uno de los pilares del equipo que, de la mano de Walter Perazzo, ilusionó a todo el pueblo gasolero en la temporada 2019-2020 hasta que llegó la pandemia, se paró el fútbol y el equipo se desarmó de cara al Torneo Transición 2020. Y ahora va por una revancha.

"La verdad que teníamos un lindo equipo y estoy seguro que íbamos a pelear hasta el final", recordó, con algo de nostalgia, en el inicio de la charla con Diario La Unión. Y esa cuestión, justamente, influyó para que vuelva a 9 de Julio y Dorrego. "Me quedó esa espina del 2019 y por eso quería volver", remarcó.

"En ese año disfrutábamos mucho el día a día, se había armado un lindo grupo, y ahora noto lo mismo. Es algo que Luciano Nieto, que es mi mejor amigo, siempre me contó. Me hablaba del plantel bueno que hay, del grupo maravilloso que se formó y no se equivocó", continuó.

El mediocampista ya suma un mes como integrante del plantel del Gasolero y sin dudar asegura que "hace bastante no me pasaba de disfrutar tanto en un vestuario". Por eso, su deseo es concreto: "Ojalá nos demos una alegría porque es algo que nos merecemos por la calidad de jugadores qué hay, por la familia que se formó".

ILUSIONADO

La llegada de Ibáñez se dio en un momento incómodo en el torneo, con una racha de siete partidos sin poder ganar que lo alejó un poco del primer lugar en la zona A de la Primera Nacional. Eso, sin embargo, no lo desmotiva, sino todo lo contrario y confía que el equipo terminará el año en los primeros puestos.

"La verdad que hay un equipo que sabe lo que quiere, que tiene hambre de gloria y se merece estar en zona de Reducido. Ya lo demostró y no tengo dudas que vamos a salir de esta racha negativa. Hay plantel para pelear el campeonato. Ojalá podamos cumplir el objetivo que todos queremos", remarcó, claro y contundente.

Y en ese sentido, la próxima prueba será muy importante. Ibáñez lo sabe. Y es que el encuentro ante Nueva Chicago, con el que comparte la octava colocación, aunque con un partido más, puede abrirle nuevamente la puerta de los mejores ocho de la zona. "Son tres puntos que necesitamos para agarrar confianza y meternos nuevamente en Reducido, y es lo que iremos a buscar. Para lograrlo, debemos hacer un buen partido porque Chicago de local se hace fuerte", dejó en claro.

Este partido, justamente, será el estreno de Alejandro Orfila al frente del primer equipo. El ex DT de Almirante Brown asumió el lunes en reemplazo de José María Bianco y, de a poco, comienza a bajar su idea de juego.

"Lo que nos dijo es que quiere un equipo competitivo, un equipo que sea protagonista y muy dinámico", comentó Ibáñez, quien además remarcó que ahora el desafío es "adaptarse lo más rápido posible" a lo que pide el entrenador para reencontrarse con los buenos resultados en lo inmediato. 

"Como equipo tenemos que pensar en nuestro juego y mejorar día a día. Esa tiene que ser nuestra receta. Ser un buen equipo que quiere pelear el campeonato. Tenemos con qué, y vamos a buscar ese objetivo", recalcó.

EXPERIENCIA

Después de su primer paso por el Celeste, el exmediocampista de Estudiantes de Buenos Aires y Talleres de Escalada pasó varios años en el exterior, primero en Grecia y después en Perú, donde jugó en Cienciano y Alianza Atlético, en los que -según comentó- creció mucho.

"Hoy me siento un jugador más maduro. La verdad que los años en el exterior me sirvió para tener experiencia y agarrar más confianza conmigo mismo. En Grecia me perjudicó la pandemia y no pudimos arrancar el campeonato. En Perú me encontré con grandes jugadores y una liga muy difícil, ya que muchos partidos se juegan en la altura y a veces jugas en el Norte a las 13 horas con 40 grados. Por eso, es muy difícil, pero competitiva y me sirvió muchísimo", cerró.

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