ABUSO SEXUAL El hijo de una fiscal de Lomas estaba procesado por violar y privar de su libertad a una joven en San Telmo. La Justicia entendió que es inimputable.
Rodrigo Eguillor, más conocido como "el cheto de Banfield", fue sobreseído en la causa que lo tenía como imputado por abuso sexual. La Justicia entendió que es inimputable por padecer trastorno de esquizofrenia paranoide desde los 14 años.
El joven de 28 años, hijo de una fiscal de ejecución penal de Lomas de Zamora, Paula Martínez Castro, había protagonizado un escándalo en noviembre de 2018 cuando fue filmado forcejeando en el balcón de un departamento de San Telmo con una estudiante de 22 años. La joven denunció que Rodrigo la había violado sin preservativo y que ella intentaba escapar. La versión de Eguillor fue distinta: dijo que la joven quería suicidarse y que él trataba de salvarla.
Varios testimonios de vecinos respaldaron a la joven y remarcaron que Rodrigo la había golpeado salvajemente. Todo terminó con Eguillor detenido y procesado por "abuso sexual agravado por el acceso carnal, privación ilegal de la libertad agravada por mediar violencia y amenazas". También le sumaron una imputación por lesiones leves dolosas agravadas por mediar violencia de género. El día que lo detuvieron, dijo la frase que quedó para la historia: "Llamen a mi vieja".
Como si fuera poco, en medio del proceso, se le sumó una nueva denuncia por amenazar a una funcionaria judicial y una condena por abusar sexualmente de otra mujer en la playa de estacionamiento del Casino de Buenos Aires.
Eguillor estuvo más de un año preso, primero en la cárcel de Marcos Paz y luego en Ezeiza. Recién en pandemia consiguió que le dieran arresto domiciliario en la casa de su madre, en un country de Canning. En este tiempo, se sometió a varias pericias psicológicas y psiquiátricas que evidenciaron un trastorno mental crónico por abuso de sustancias, lo cual le dio pie a su abogado defensor para pedir su sobreseimiento y la declaración de inimputabilidad.
En base a los informes, el Tribunal Oral Criminal Nº10 decidió cerrar la causa y sobreseer a Eguillor "en virtud de su incapacidad sobreviniente para ejercer sus derechos y afrontar el juicio oral en esta causa". En el fallo, se remarcó la "irreversibilidad del trastorno mental" del imputado y "el pronóstico de que la relativa estabilidad y autonomía que pudiere adquirir nunca será plena".
Esa interpretación convalidó el planteo del letrado que representa a Rodrigo, quien había subrayado que el imputado padecía un trastorno de esquizofrenia paranoide desde los 14 años.