Solidaridad Los voluntarios de la ONG lomense siguen trabajando para juntar no sólo alimentos, también medicamentos, revistas de entretenimiento y hasta una radio.
La ONG lomense Mandarines renueva su búsqueda de donaciones tras cada recorrida que realizan por los lugares neurálgicos de la zona donde asisten a las personas en situación de calle.
Escuchar a las personas que viven en la calle es fundamental para luego cumplir con cada uno de sus pedidos. Muchas veces no es sólo llevar alimentos, y los voluntarios de Mandarines lo saben porque desde que arrancaron con esta iniciativa tuvieron que renovarse según la necesidad el momento.
"Comenzamos entregando 40 empanadas cada martes y actualmente entregamos 82. Por eso, necesitamos tu colaboración más que nunca", aseguraron.
Aunque en un principio, el proyecto comenzó con la idea de escuchar, contener y asistir a las personas en situación de calle con la excusa de entregarles frutas, eso fue cambiando. Por ese motivo, se apodaron bajo el nombre de Mandarines, pero con la llegada de la pandemia, la necesidad creció y el número de personas en la calle también y comenzaron a cocinar empanadas.
En este momento están en la búsqueda de tapas de empanadas como siempre, pero además necesitan pañales para adultos, carnicerías que puedan donar carne picada para el relleno de las empanadas, medicamentos como paracetamol Enalapril, revistas de sopa de letras y una radio portátil.
Además, Mandarines trabaja en la perspectiva nutricional y en la de género, y también apuntan a agregar la perspectiva medioambiental: "Intentamos que nuestras recorridas acompañando a personas en situación de calle (y todo lo que conllevan) genere el menor grado de contaminación posible".
Se nos ocurrió entonces repartir empanadas (no precisan bandeja ni cubiertos) y servir las bebidas en potecitos reutilizados de yogures, quesos o dulces.
Desde los inicios de Mandarines, en el año 2020, se enfocaron en cómo evitar las típicas comidas que necesitaban bandejita y cubiertos descartables, y las bebidas que necesitaban vasitos también descartables: "Sabíamos que, en una recorrida, se podía generar una cantidad de residuos no reciclables muy grande. Se nos ocurrió entonces repartir empanadas (no precisan bandeja ni cubiertos) y servir las bebidas en potecitos reutilizados de yogures, quesos o dulces".
También se dedican a reciclar porque muchas veces llevan para que tomen el té o limonada y luego se llevan los potecitos, los lavan para volver a utilizarlos la siguiente semana.
Además, intentan que los traslados que hacen no generen contaminación: "Casi todo lo que podemos hacer caminando, en bicicleta o en transportes públicos, lo hacemos de esa forma. Entendemos que utilizar un auto para trasladar 10 potecitos o tres remeras genera más efectos negativos que positivos, por lo que intentamos ser eficaces al momento de trasladarnos y trasladar donaciones o comida".
Para colaborar con esta ONG hay que comunicarse a través de las redes sociales en Facebook/Mandarines o en Instagram: @mandarines._