Qué dijo la vecina de Marcos Bazán en el juicio por el femicidio de Anahí Benítez

testimonio Declaró acerca de una fogata y el ladrido de unos perros. La mujer residía al lado de la casa de Marcos Bazán, ubicada dentro de la Reserva Santa Catalina.

El juicio continuará el lunes próximo.

La vecina de Marcos Bazán declaró ayer en el segundo juicio por el crimen de Anahí Benítez y una vez más, fue interrogada acerca de la gran fogata que vio la noche anterior a la aparición del cuerpo de la adolescente secuestrada, drogada, violada y asesinada en la Reserva Santa Catalina en agosto de 2017.

Alejandra Granero fue la primera testigo en dar testimonio este jueves ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 7 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, que se ocupa de juzgar a los dos únicos imputados por el femicidio de la joven, Marcelo Villalba y Marcos Bazán.

"Yo salí para buscar agua y le comenté a mi hijo que íbamos a tener que llamar a los bomberos porque el vecino prendió fuego un montón de hojas", refirió la mujer que entonces vivía junto a Bazán, acerca de la noche previa al hallazgo del cadáver de la adolescente, a 240 metros de la propiedad.

Asimismo, manifestó que allí debían quemar la basura de noche porque no se podía hacer durante el día. No obstante, recordó que le "llamó la atención la intensidad del fuego".

Granero también apuntó que durante esos días no podía dormir por el ladrido de los perros de la madrugada. "Los perros de Marcos estaban como locos. Había algo andando por ahí", sostuvo, al tiempo que indicó que "era un excelente vecino".

Finalmente, la fiscal Mariana Monti le preguntó a la mujer si había visto la foto de Anahí y si la vio en ese transcurso de tiempo. Su respuesta fue contundente: "Jamás en mi vida, lo juro por mi padre que está muriendo".

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Le siguió Pablo Ezequiel Cuello, quien en 2017 se desempeñaba como Jefe de Operaciones de la Dirección de Homicidios de Puente La Noria. Cuello declaró acerca del proceder del perro Bruno, el can especializado en rastro específico que conectó directamente el lugar donde hallaron el cuerpo con la casa de Bazán.

Además, desarrolló la segunda línea investigativa, que apunta a una banda compuesta por personas allegadas a Marcelo Villalba que se dedicaban a la venta de drogas en la zona de Parque Barón.

Luego fue María Petrona Miguel, la Jefa del Servicio de Acción Social del Hospital Luisa C. de Gandulfo, quien declaró sobre cómo fue la rutina de Bazán en el lapso en que la adolescente estuvo desaparecida.

También habló Pablo Osvaldo Guzmán, quien se presentó por su hijo Pedro Guzmán, compañero de turno del acusado -se desempeñaba como seguridad nocturno del hospital- quien aseguró que actualmente "está detenido por una causa armada".

Siguió un testigo de actuación y otro compañero de trabajo que aseguró que "esos días tuvo inconvenientes para llegar a trabajar" y que una vez se fue en medio del turno y volvió una hora después.

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