Crédito local Leandro Kalén le puso instrumentación a los cantos de los comerciantes ambulantes que trabajan a diario en las formaciones ferroviarias del Roca.
Leandro Kalén lanzó "La música del tren", un disco donde le agregó instrumentación a las voces de los vendedores ambulantes que trabajan a diario a bordo de las formaciones de la Línea Roca.
"Le presto mucha atención a la música que esta dando vuelta en lo urbano, a la usanza de Hermeto Pascoal", le cuenta Leandro a La Unión sobre la influencia del músico brasileño para encarar este proyecto.
La idea de este notable trabajo nació en 2019 y se fue gestando durante este tiempo, incluyendo durante los años de pandemia, hasta que pudo concretarse. "Fue en 2019 cuando decidí dedicarle un verano a grabar los cantos de los vendedores del Roca. La música viene a verter el canto, el canto es lo central es como la letra de una canción", explica.
Con un pequeño grabador registró más de 20 cantos de vendedores, quienes aún desconocen que se inmortalizó su canto, y finalmente quedaron la mitad de ellos en el disco.
En las canciones se pueden escuchar a los vendedores de gaseosas, chipa, helados, encendedores y caramelos. Mientras que el track "Historias" se compilan varios de los cantos.
Todos los registros son del Roca a excepción de "A voluntad", que fue registrado a bordo de la Línea San Martín con la voz de una mujer y su hija que ofrecían pañuelos descartables.
Las voces que se escuchan en el "La música del tren" son reconocibles de inmediato por quienes son usuarios del trasporte público y son parte de la banda de sonido del paisaje urbano.
Los cantos están musicalizados con melodías de aires folklóricos y otras más cercanos a los jazzeros según lo que "le sonaba en la cabeza" al gestor del proyecto.
Leandro es vecino de Banfield y es un notable multiinstumentista que forma parte de diversos proyectos en solitario y junto a otros artistas. Es el productor general de este disco y se encargó de la guitarra, el bajo, los teclados, las percusiones y algunas voces. Se sumaron las colaboraciones de Victoria Colman y Ramiro Flores. El disco fue registrado en Melopea, los estudios de Litto Nebbia, con el Mario Sobrino como ingeniero de grabación.
Además, tiene tres discos editados en solitario y sigue preparando nuevo trabajos junto a otros colegas.
En Argentina no abundan proyectos de esta especie, donde se rescata el sonido de lo urbano y los personajes cotidianos. "La pandemia generó que todo se centre en el individuo. El disco es una experiencia creativa, la música en el entorno social. La música está muy alejada de la representación popular. Estos cantos es la música folklórica que tenemos cerca, es lo más telúrico", cierra.