AVANZA EL JUICIO Natalia Ledesma tenía ocho días de vida cuando se la llevaron de su casa junto a sus padres. Pidió que los represores "cumplan el arresto en cárcel común".
En la audiencia 77 del juicio por los delitos de Lesa Humanidad cometidos en el Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes y el Infierno de Lanús, prestó declaración Natalia Ledesma, una mujer que fue secuestrada a los ocho días de vida en septiembre de 1977 junto a sus padres, quienes aún continúan desaparecidos.
Todos fueron llevados de la casa en la que vivían en Olavarría. En aquel momento, Natalia tenía ocho días y fue dejada en el hospital de Cacharí. Su hermanito de 1 año fue dejado en la casa de un vecino y sus padres, de 19 y 21, fueron trasladados hasta llegar al Pozo de Banfield, ubicado en Siciliano y Vernet.
Natalia pasó ocho meses en el hospital sin identificación, hasta que su abuela logró encontrarla y adoptarla como si fuera hija suya, con el nombre de María Mercedes Gutiérrez. "A mi abuela materna, que estaba en Olavarría, le dejaron un recorte de diario en el parabrisas de su automóvil donde se leía sobre el hallazgo de una beba en un hospital y le habían escrito en el borde del recorte 'esta es tu nieta'. Y mi abuela enseguida me fue a buscar, pero no fue fácil que me recuperara porque mi mamá me había tenido con otro nombre", recordó.
"Después de estar como NN, hasta mis 37 años fui legalmente hermana de mi mamá y tía de mi hermano. Recién en el 2012 pude recuperar mi identidad, que es la que tengo ahora, con el nombre que me habían dado mis papás: Natalia", añadió.
Luego contó que en su familia también secuestraron a su abuelo materno y a sus tíos, quienes al tiempo fueron liberados, y revivió el calvario de sus padres en el Pozo de Banfield: "Los únicos que no regresaron fueron mis papás. Mi mamá no tuvo la oportunidad de nada. Ella estaba infectada y ni tuvo oportunidad de tomar una aspirina".
"Tienen que cumplir la sentencia en cárcel común, por más edad que tengan"
Acto seguido, exigió que los represores cumplan la pena en una cárcel común en caso de ser condenados. "Mi hijo de 11 años me preguntó hoy a dónde iba y le dije que voy a declarar por los abuelos. Me preguntó '¿cuántos años tiene esa gente?' y luego me dice: 'vos tené en cuenta que los abuelos no llegaron a tener esa edad, que se vayan a la cárcel'", relató con la voz quebrada.
"Que los que tienen sentencia firme cumplan el arresto en cárcel común. Mi mamá y mi papá no estuvieron en una casa, ni en un hospital, no se despidieron de nadie. Ese es mi pedido. Tienen que cumplir la sentencia en cárcel común, por más edad que tengan", insistió.