APELLIDOS CON PESO Juan e Ignacio son tataranietos de Francisco Portela, el primer Juez de Paz de la localidad. Ambos contaron anécdotas y detalles de sus antepasados.
Juan e Ignacio Portela Oliver son descendientes de Francisco Portela, quien el 28 de noviembre de 1861 fue designado como el primer Juez de Paz (hoy en día, equivalente a ser Intendente) que tuvo el partido, que recién daba sus primeros pasos como localidad. Una historia familiar bien arraigada a Lomas que merece ser descubierta en la voz de los propios protagonistas, quienes contaron detalles de sus antepasados, anécdotas familiares y la actividad a la que se dedican en estos tiempos en la víspera del aniversario de Lomas, el 10 de septiembre.
Juan Portela Oliver es la sexta generación de argentinos de dicha familia, y explicó que sus antecesores llegaron a Argentina antes de las invasiones inglesas y se instalaron primero en Barracas al Sud y luego en Lomas y Chascomús. "Rafael Portela se casó con Cipriana, la hija del alcalde de quintas Tomás Grigera, y formaron mi familia", contó.
Originalmente, Francisco Portela, tatarabuelo de Juan, ejercía su mandato como Juez de Paz en un espacio que estaba ubicado en Pereyra Lucena e Hipólito Yrigoyen, donde hoy en día hay una placa recordatoria. "Supongo que todas las reuniones políticas se llevaban en ese lugar, hasta que, con el tiempo, el partido organizó la Municipalidad, además de la Plaza Grigera que fue una donación de esa familia, de la cual también somos parientes", detalló el lomense.
La histórica casa donde vivía Francisco Portela, ubicada en Sáenz 275, aún tiene un frente de estilo colonial. "Anteriormente, había una reja y un jardín, pero cuando mi abuelo Rafael Portela hizo su estudio de abogacía en el primer piso se remodeló la fachada, la cual se conserva hasta estos días", detalló Ignacio, hermano de Juan. "Con este hogar sentimos que pertenecemos a Lomas, nacimos acá, nos criamos y, pese a vivir también en Adrogué, este siempre fue el lugar de encuentro de la familia", dijo, muy contento en cada una de sus expresiones.
"En las reuniones familiares, mi abuelo hablaba mucho de quién era Francisco Portela. Yo era muy chico, pero tengo vagos recuerdos de esas charlas", contó Ignacio. "Francisco Portela trajo a la primera maestra de Lomas, llamada Catalina Rodríguez, y ella intercambiaba cartas con Domingo Sarmiento hablando de la educación pública. Eso devino en la Escuela Nº1 de Lomas. Los restos de Catalina están en la bóveda familiar y me da mucho orgullo porque soy docente", agregó Juan, también muy feliz de haber escuchado tantas anécdotas familiares que tratan de mantener vivas con el paso del tiempo.
UNA EDITORIAL EN LA CASA PORTELA
Actualmente, la casa está dividida ya que se encuentra alquilada y, según contó el propio Ignacio, en el interior existe la editorial Sudestada, con más de 200 libros y 170 revistas editadas en formato papel: "La editorial fue fundada en 2001 gracias a un grupo de estudiantes de periodismo. Arrancamos con una revista y hoy está consolidada con dos librerías, una en Lomas, en Gorriti 60, y la otra en Capital, además de portales reconocidos en las redes sociales, teniendo una cercanía con el público, que es lo que siempre se soñó".
"Con el grupo fundador defendemos los derechos humanos y las diversidades, que hoy en día es algo que la editorial y las compañías con las que estamos trabajando lo fomentamos", sostuvo Ignacio, que rápidamente indicó que la línea está emparentada con la ética periodística y que siempre subsistieron con lo que vendían, sin pautas a nivel estatal, contando con colecciones a nivel infantil, de narración, de poesía y de biografías, entre otros.
INMORTALIZADOS EN LAS CALLES
Para finalizar, Ignacio dijo, entre risas, que la comparación entre su apellido y "el de las calles" es inevitable. "La familia siempre se tomó como algo lindo el hecho de que haya calles con nuestros apellidos, pero sin llegar al punto de agrandarse ni mucho menos", recalcó, mientras que Juan se acopló y dijo: Estoy orgulloso de las familias que me tocaron, tanto la Portela como la Oliver, donde Laureano, mi abuelo, fue el reconocido martillero que creó la galería del centro de Lomas, la cual yo administro desde 2016".