Lomas y Quilmes, dos partidos conectados por la segunda invasión inglesa

A 215 AÑOS La Unión visitó la casona de Santa Coloma, lugar donde pasaron la noche las tropas británicas antes de avanzar por Banfield en la búsqueda de conquistar Buenos Aires.

Crédito: Eduardo Alfaro.

El espacio fue usado por los ingleses como base antes de dirigirse a Buenos Aires.

Crédito: Eduardo Alfaro.

Una de las paredes originales del lugar aún se conserva de pie.

Un día como hoy, pero de 1807, se llevó a cabo en el país un suceso que quedó marcado a fuego como una victoria del pueblo y una defensa de la identidad: la segunda invasión inglesa. El historiador Ricardo Manjón contó cómo un gran número de soldados desembarcaron en lo que se conocía como el Pago de la Magdalena (que luego se llamó los Cuarteles de Quilmes), territorio que comprendía lo que hoy es Lomas, e intentaron llegar a Buenos Aires por la Avenida Pasco y distintas calles de Banfield, incluso pasando una noche en la casona de Santa Coloma de Bernal, declarada monumento histórico nacional. La intención de conquistar Buenos Aires fue trunca gracias a la defensa del pueblo, liderado por Santiago de Liniers.

Ricardo Manjón es el presidente de la Comisión Amigos de Santa Coloma y explicó que la casona de Santa Coloma, de estilo colonial de principios del siglo XIX (1805) y en donde existe una capilla, es un monumento histórico nacional en 1945, la cual se encuentra en un predio que originalmente tenía mil metros de frente por más de siete kilómetros de fondo. "Lo que hoy quedó de la antigua construcción es solo una parte, ya que antes existían 17 habitaciones", sostuvo Ricardo.

Lo cierto es que esta casona, que fue propiedad del comerciante y cabildante Don Juan Antonio de Santa Coloma y que está ubicada en Bernal (General Roca y La Paz), tiene una importante relación con la segunda invasión inglesa al territorio nacional que sucedió en 1807.

"La flota que llegó para la primera invasión fallida de 1806 nunca se retiró luego de la derrota y dominó la Banda Oriental, donde allí se comenzó a organizar el segundo avance, con siete veces más de soldados. Las tropas inglesas para la segunda invasión descendieron en Ensenada, el 28 de junio de 1807", detalló Manjón sobre los sucesos.

La flota que llegó para la primera invasión fallida de 1806 nunca se retiró luego de la derrota y dominó la Banda Oriental, donde allí se comenzó a organizar el segundo avance, con siete veces más de soldados. Las tropas inglesas para la segunda invasión descendieron en Ensenada, el 28 de junio de 1807.

Con las dificultades del invierno, cruzando bañados y arroyos, llegaron a la Reducción de los Kilmes, el primer poblado al sur del Riachuelo. "La noche del 1º de julio hubo una gran avanzada a cargo del General Gower, donde las tropas se dirigieron hacia los dominicos, actual Wilde, y allí acamparon", relató.

"La oficialidad de las tropas se establecieron en la casona de Santa Coloma, con el teniente general John Whitelocke a la cabeza y el cuadro mayor, y pernoctaron en este lugar, mientras que el grueso del ejército quedó en la Reducción de Los Kilmes", aseguró el historiador.

En el afán de invadir Buenos Aires, el grueso de las tropas inglesas avanzó por lo que hoy se conoce como la Avenida Eva Perón (Pasco), el 2 de julio de 1807. "Fueron hasta la zona de Banfield. La mayor parte de los historiadores recalcan que en las calles 11 de septiembre, Gallo, Boulogne Sur Mer y Granaderos establecieron el acampe, es decir, cerca de donde está el Estadio Florencio Sola. De allí se dirigieron a lo que hoy es el Puente La Noria", contó detalladamente el historiador acerca del extenso camino que recorrieron los ingleses.

Fueron hasta la zona de Banfield. La mayor parte de los historiadores recalcan que en las calles 11 de septiembre, Gallo, Boulogne Sur Mer y Granaderos establecieron el acampe, es decir, cerca de donde está el Estadio Florencio Sola. De allí se dirigieron a lo que hoy es el Puente La Noria.

"Mientras, la vanguardia del ejército se dirigió por otro camino hasta lo que hoy es Sarandí, allí evadieron un enfrentamiento con las tropas de Santiago de Liniers y, a la altura del arroyo, se encaminaron hacia el oeste. Al otro día, el 3 de julio, se encontraron con el grueso de las tropas a la altura de los Corrales de Miserere", acotó.

"Liniers no acompañó al ejército británico, sino que se dirigió a la ciudad, que durante el 2 de julio estuvo desprotegida. Cuando las tropas inglesas decidieron atacar, el 3 de julio con la intención de conquistarnos definitivamente, Liniers y muchos civiles organizaron la defensa con agua hirviendo, trincheras, cañones que se juntaron de distintos puntos de zona Sur, por lo que haber evitado aquel enfrentamiento el día anterior fue una ventaja enorme", admitió Ricardo.

Con la derrota consumada, el 7 de julio, "los ingleses comprendieron que ese era un pueblo imposible de dominar y que las metodologías iban a tener que cambiar para triunfar".

Con la derrota consumada, el 7 de julio, "los ingleses comprendieron que ese era un pueblo imposible de dominar y que las metodologías iban a tener que cambiar para triunfar".

Cabe resaltar que la casona de Santa Coloma es una propiedad privada, perteneciente al Obispado de Quilmes, y realiza recreaciones los primeros sábados de cada mes para todos los vecinos que estén interesados en conocer más sobre la historia del lugar y su impacto en los sucesos del país: solamente hay que confirmar asistencia por Facebook o al 42526657.

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