EMOCIONANTE LUCHA La ONG Caballos Libres del Sur tiene 20 equinos en su refugio y pide que no se haga más tracción a sangre. Necesita colaboración para alimentarlos y curarlos.
Todavía existen personas con corazones nobles. Ese es el caso de Karmen Anriquez (53), una vecina lomense que decidió comprometerse en la lucha por erradicar la tracción a sangre y cuidar la vida de los caballos en Lomas. Así fue que creó Caballos Libres del Sur, un grupo que se dedica a rescatar equinos que son usados por carreros, una lucha ardua y que necesita de la ayuda de todos los vecinos ya que los cuidados que necesitan son costosos. "No solo sanamos su cuerpo, sino su alma", dijo, feliz de su labor desinteresada.
La ONG Caballos Libres del Sur comenzó a funcionar en 2018 gracias a Karmen y algunos miembros de su familia, quienes decidieron rescatar a los caballos que son utilizados para la tracción a sangre en Lomas. "Empezamos con la ayuda a una yegua en mi casa, en colaboración con otra asociación, pero lamentablemente el animal se murió por el maltrato y la mala alimentación. Ahí nos metimos de lleno en esto", rememoró Karmen.
"Comencé a averiguar cómo era el procedimiento para ayudar a los caballos que tiran de pesados carros. Cuando uno ve esa situación, en la que se puede demostrar maltrato, debe llamar al 911 y pedir ayuda policial para que se le extraiga el equino por la Ley 14.346 de Agravamiento de Penas al Maltrato Animal. Ahí comienza el protocolo, ya que el equino debe ser trasladado a la comisaría y tener una asistencia veterinaria para ver cómo se encuentra", detalló la lomense, que inmediatamente contó que, una vez cumplidos esos pasos, dichos caballos deben ser destinados a las ONG que trabajan para mejorarles la calidad de vida, como es el caso de Caballos Libres del Sur.
Comencé a averiguar cómo era el procedimiento para ayudar a los caballos que tiran de pesados carros. Cuando uno ve esa situación, en la que se puede demostrar maltrato, debe llamar al 911 y pedir ayuda policial para que se le extraiga el equino por la Ley 14.346 de Agravamiento de Penas al Maltrato Animal. Ahí comienza el protocolo, ya que el equino debe ser trasladado a la comisaría y tener una asistencia veterinaria para ver cómo se encuentra.
Anriquez explicó que cada vez que llega un nuevo caballo a su refugio, ubicado en Ensenada, lo primero que se hace es realizarle un análisis de sangre para determinar si el animal tiene Anemia Infecciosa Equina, una enfermedad que tienen los caballos y que es contagiosa para sus pares. "Si el resultado es positivo, lamentablemente hay que dormirlo porque así lo establece el programa en Argentina. Si da negativo se lo pasa con el resto de los caballos y un veterinario le realiza una historia clínica para saber sus condiciones y sus patologías", contó.
Cabe resaltar que Caballos Libres del Sur se articula con otras instituciones que llevan adelante trabajos similares con los equinos, como es el caso de Caballos de Quilmes, que a pulmón armó un hospital y una farmacia para atender a los equinos maltratados.
"Estamos en siglo XXI y los carros con tracción a sangre ya no deberían existir más. Quienes trabajan juntando materiales para el reciclado piensan que les sacamos su fuente de trabajo, pero la realidad es que queremos que cambien los caballos por otro tipo de motorización", explicó Karmen.
Estamos en siglo XXI y los carros con tracción a sangre ya no deberían existir más. Quienes trabajan juntando materiales para el reciclado piensan que les sacamos su fuente de trabajo, pero la realidad es que queremos que cambien los caballos por otro tipo de motorización.
Actualmente, Caballos Libres del Sur cuenta con 20 caballos en proceso de recuperación (siendo un total de 40 desde su fundación) y 14 perros, pero lo cierto es que el trabajo es costoso y la ONG no cuenta con ayuda de ninguna índole, salvo la que ofrecen los propios vecinos. Dentro de los gastos más importantes se encuentran los alquileres de batanes para el traslado de equinos, la compra de fardo y avena, los insumos para las curaciones, la vacunación y la medicación.
Actualmente, Caballos Libres del Sur cuenta con 20 caballos en proceso de recuperación (siendo un total de 40 desde su fundación) y 14 perros, pero lo cierto es que el trabajo es costoso y la ONG no cuenta con ayuda de ninguna índole, salvo la que ofrecen los propios vecinos.
Para solventarlo, Karmen recibe elementos reciclables que luego vende y así, con ese dinero, destinarlo al funcionamiento de la ONG. La lomense invitó a todos aquellos que quieran colaborar a hacerlo con la recolección de tapitas, botellas plásticas y latas para que luego se lo puedan llevar a su casa o bien destinar dinero o insumos para la compra de elementos. Los interesados deben comunicarse al número de Karmen: 1133142847 o dejar un mensaje en su cuenta de Instagram.
"Siento mucho orgullo con este trabajo. Cuando rescatamos a un caballo podemos ver la mirada y cómo cambia a los meses. No solo sanamos su cuerpo, sino su alma", cerró, emocionada, a la espera de que deje de existir la tracción a sangre, no solo en Lomas, sino en todo el país.