Fábrica de jugadores El Taladro es el tercer equipo del mundo y el primero de Argentina en darles más minutos a los futbolistas del club. Hugo Donato explica cómo lo lograron.
El nombre de Banfield apareció la semana pasada en el tope de una investigación mundial acerca del espacio que tienen los futbolistas formados en un club dentro de la conformación del equipo principal. Y ahí el Taladro dio la nota. No sólo en Argentina, sino a nivel mundial: es el tercer equipo del mundo -y el primero en Argentina- que, en promedio, más minutos les da a sus juveniles.
El trabajo realizado por la CIES Football Observatory pone al club de Lomas de Zamora por encima de muchas otras instituciones, tanto a nivel local como internacional, que tienen muchísimos más recursos económicos para conseguirlo. Y entonces, la pregunta emerge sola: ¿cómo lo hizo?
Algunos podrán decir que, por las complicaciones que trajo la pandemia del Coronavirus, el club se vio obligado a apoyarse en sus juveniles para no complicar las arcas. Pero ahí, aparece otra pregunta: ¿por qué todos se asentaron y hoy son mayoría dentro del plantel profesional?
Y los números son claros: en lo que va de la Copa de la Liga, el entrenador Diego Dabove utilizó 17 jugadores formados en el club, de los cuales sólo tres tienen más de 35 años: Enrique Bologna, Darío Cvitanich y Jesús Dátolo. Todos los demás, menos de 25. Y la gran mayoría, salvo Abel Amaya y Ramiro Enrique (afectado por las lesiones), completaron al menos un partido entero.
Hugo Donato, coordinador de las Divisiones Inferiores y uno de los grandes artífices de este logro que enorgullece a la familia del Taladro, dejó en claro que "no es casualidad" y en diálogo con Diario La Unión contó algunas de las claves que le permiten a Banfield poder disfrutar de un equipo con mayoría de futbolistas del club.
FUTBOLISTAS POLIFUNCIONALES
Donato, como coordinador y cabeza de equipo, sabe que no se puede amoldar a la forma de jugar del entrenador en particular. Por eso, desde las categorías más chicas, el club se enfoca en que los jugadores se puedan desempeñar en distintos puestos, preparados para desempeñarse con diferentes esquemas tácticos y en distintas posiciones, para que cuando lleguen a primera se puedan adaptar a las preferencias de los entrenadores.
"El futbolista tiene que estar acostumbrado a jugar con cualquier esquema, eso le permitirá amoldarse más rápido a lo que le puede pedir un técnico, sin que el estilo de juego de ese DT sea un impedimento para que lo haga. Por eso, en las Inferiores apostamos por una dinámica con flexibilidad en cuanto a los armados de planteles. Pueden jugar 4-4-2, 4-3-3, 4-2-3-1 o 4-1-4-1. Y esto lo hacemos para que, más allá del técnico que esté y de su gusto futbolístico, los chicos se puedan amoldar", explicó.
EN RESEVA, CON JUGADORES MÁS JÓVENES
Esta es una de las premisas que lleva adelante los encargados del fútbol juvenil porque, según consideran, les ganan años a lo que es el proceso de la formación de un futbolista. Y los resultados están a la vista. Banfield, de acuerdo a lo que contó Donato, juega con jugadores entre categoría 2002 y 2004, mientras que sus rivales lo hacen con chicos 1999, 2000 y 2001.
"Esto no es al azar, sino que tiene un por qué. No es una decisión alocada, lo hacemos porque creemos que esto nos puede dar una ventaja para que lleguen a primera. Por eso, desde las categorías menores, los vamos preparando. Apostamos a esto para que, cuando les llegue la posibilidad, no pisen en falso más allá de su juventud", comentó.
LA CABEZA, OTRO ASPECTO FUNDAMENTAL
La formación, para Donato, es integral. No sólo es importante que el chico juegue bien, sino que hay que formarlo desde lado humano, haciendo mucho foco en el profesionalismo y en la manera de comportarse. Y la cabeza, en ese sentido, es muy importante.
"Una vez que el futbolista llega a primera hay que olvidarse de lo que es la formación como juveniles. Ahí, el día a día exige resultados y no alcanza con jugar bien. Por eso es fundamental que cuando el juvenil llegue a esa instancia esté preparado para afrontarlo. A eso apuntamos", recalcó.
DECISIÓN POLÍTICA
Todo este trabajo, obviamente, debe ser ratificado desde lado dirigencial. Y eso hace varios años que se viene cumpliendo en el Taladro, con diferentes cuerpos técnicos que miraron hacia el predio de Luis Guillón y allí encontraron respuestas a lo que necesitaban.
"Eduardo Spinosa siempre tuvo en claro lo que buscaba para el fútbol juvenil y eso fue reflejado en los diferentes cuerpos técnicos que eligió. Y los chicos, por suerte, cumplieron. Hace varios años el club apostó en ellos, los entrenadores confiaron en ellos y lo más importante es que ninguno pisó en falso. Ellos abrieron un portón gigante al fútbol juvenil y son ellos los que los que lo tienen que mantener abierto", concluyó Donato.