Múltiples allanamientos Se realizaron operativos en dos domicilios de Banfield, tres en Villa Soldati y uno en Parque Patricios. Hubo dos detenidos y se recuperaron 52 pájaros.
Una banda dedicada a la caza furtiva de aves fue desbaratada en las últimas horas tras múltiples allanamientos -entre ellos dos que se realizaron en el barrio de Banfield- realizados por la Policía de la Ciudad.
Todo comenzó a partir de la investigación de los oficiales de la División de Delitos Informáticos Complejos, quienes establecieron que, en inmediaciones de la Feria de Pájaros de Nueva Pompeya, por tres fines de semana consecutivos había comercialización ilegal de aves sin ningún control sanitario, y que éstas eran transportadas en malas condiciones y lugares inadecuados.
A través de tareas investigativas, se determinaron seis domicilios de presuntos vendedores y acopiadores. En consecuencia, el magistrado ordenó los allanamientos.
Los primeros se realizaron en Villa Soldati, en dos viviendas de Corrales al 2600 y Barros Pazos 3200. Allí se halló una gran cantidad de aves, en jaulas pequeñas entre suciedad, y en algunos casos sin agua. Además, fueron detenidos dos hombres, de 23 y 38 años.
En los allanamientos fueron incautados también una escopeta 12\70, un revolver calibre 32 largo y un rifle de aire comprimido, 24 jaulas de jaulas, tramperas, y pegamento de PVC, utilizado por cazadores ilegales para atrapar pájaros.
En tanto, los operativos que se realizaron en Lomas fueron en viviendas de Filardi al 500, y en Morazán y Bucarest, ambos en Banfield. La autorización estuvo a cargo del Juzgado de Garantías 6 de Lomas de Zamora, a cargo de la doctora Laura Verónica Ninni, y contó con la presencia de personal de a Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas.
También se hicieron procedimientos en Barros Pazos al 2900, de Soldati, y en 24 de Noviembre al 2000 de Parque Patricios. En estos lugares no fueron halladas aves pero se identificaron a personas y vehículos investigados en la maniobra.
Los investigadores explicaron que estos cazadores colocan trampas con un pájaro llamado "llamador" y alimento. Por ello, las aves son atraídas hacia la trampa y al posarse en ellas quedaban pegadas y atrapadas, ya que la superficie de la misma estaba untada con pegamento.
Los animales recuperados, entre ellos cabecitas negras, cardenales de copete rojo, corbatitas negros, jilgueros y una reina mora, fueron entregados para su cuidado y recuperación a la ONG Pájaros Caídos, como depositario judicial, por disposición de la Unidad Fiscal Especializada en Material Ambiental (UFEMA), a cargo del doctor Carlos Fel Rolero Santurain.