UN VIAJE AL PASADO Alfredo Grassi, presidente del Instituto Histórico Municipal, contó la historia de varias chacras loteadas, la aparición de barrios y de edificios emblemáticos.
Antes de ser lo que hoy es, en el partido de Lomas de Zamora y sus localidades había una cantidad importante de estancias y chacras que, a medida que pasaron los años, se transformaron en quintas que fueron loteadas para la aparición de los barrios y la posterior urbanización. Alfredo Grassi, presidente del Instituto Histórico Municipal de Lomas, empezó a contar la historia de varias quintas que sirvieron como el puntapié inicial para la creación de las primeras urbanizaciones, aunque dejó algunas para un próximo capítulo.
"La llegada del Ferrocarril Sur fue un condimento que aceleró el proceso de división de chacras y el armado de los primeros barrios", dijo, dándole vital importancia a lo que, en ese entonces, era un novedoso medio de transporte.
A principios del siglo XIX, todo lo que hoy se conoce como el partido de Lomas de Zamora era una zona rural. "Grandes estancias y chacras se distribuían hacia el interior del riachuelo y hacia los costados del río de La Plata", sostuvo Alfredo, que contó que, a medida que transcurrieron los años, esas chacras se transformaron en quintas, ya más delimitadas.
Hay algunas causas que aceleraron el proceso de división de chacras en Lomas, que ayudaron a pasar de un paisaje rural a uno más urbano. El ferrocarril, en 1865, es un claro ejemplo.
Como es de público conocimiento, en 1821 se comenzó con la repartición de chacras en las lomas de Zamora, lo que posteriormente dio origen a lo que se conoció como Pueblo de la Paz en 1864.
"Hay algunas causas que aceleraron el proceso de división de chacras en Lomas, que ayudaron a pasar de un paisaje rural a uno más urbano. El ferrocarril, en 1865, es un claro ejemplo", relató Grassi. Es que las vías del Ferrocarril Sur llegaron para atravesar varias hectáreas de campo, con el objetivo de mejorar la comunicación y los traslados.
Por su parte, el 16 de octubre de 1870, Jorge Temperley loteó su chacra, también atravesada por la traza del ferrocarril, y así surgió lo que hoy es conocida la localidad que lleva su apellido, tomándose ese día como fecha de fundación.
"A los pocos meses, más precisamente el primero de enero de 1871, se creó la estación de Temperley, aunque no tenía la infraestructura que hoy conocemos, sino que era más bien una especie de parada en la actual calle General Paz", relató el historiador.
La epidemia de fiebre amarilla, en 1871, interrumpió por un tiempo el crecimiento poblacional. "Fue muy fuerte y provocó muchas muertes. Varias familias decidieron trasladarse de Buenos Aires y así surgieron quintas de veraneo en Lomas, Banfield, Temperley y Adrogué", reveló Alfredo.
La zona rural, tras atravesar la epidemia, siguió con su modificación y con su crecimiento demográfico: fue el turno de Banfield, que en 1873 fundó su estación de ferrocarril.
En estos tres pueblos ya conformados seguían existiendo quintas, como el sector que Jorge Temperley le vendió ni más ni menos que a Nicolás Avellaneda, que era presidente en ese entonces, la cual se ubicaba en lo que hoy es el perímetro entre las calles Meeks, Liniers, Guido y General Paz.
"En estos tres pueblos ya conformados seguían existiendo quintas, como el sector que Jorge Temperley le vendió ni más ni menos que a Nicolás Avellaneda, que era presidente en ese entonces, la cual se ubicaba en lo que hoy es el perímetro entre las calles Meeks, Liniers, Guido y General Paz", contó el presidente del IHMLZ, que rápidamente añadió que esa misma quinta se loteó nuevamente y así aparecieron las distintas manzanas del barrio, ya en 1920.
La quinta Paradise Grove, en Lomas, también posee su rica historia, ya que en esos terrenos hoy funciona el Colegio San Albano. "Ese espacio era de Francisco Meeks", sostuvo Grassi. Y no es casualidad que una calle muy cercana lleve su nombre: fue el propio Francisco quien donó parte de su terreno para construir un camino que conectara a Lomas con Temperley.
Para finalizar, Grassi reveló la historia de la quinta Los Pinos (de más de seis hectáreas y a pocas cuadras de la estación), la cual perteneció a Adolfo Gonzáles Cháves, quien la compró en 1882 cuando era vicegobernador de Buenos Aires: "Adolfo murió muy joven y su hijo heredó los terrenos, quien también falleció a muy temprana edad. En su honor, su viuda construyó una capilla en el lugar, lo que hoy es la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en Temperley Este".
La quinta Los Pinos (de más de seis hectáreas y a pocas cuadras de la estación) perteneció a Adolfo Gonzáles Cháves, quien la compró en 1882 cuando era vicegobernador de Buenos Aires, pero murió muy joven y su hijo heredó los terrenos, quien también falleció a muy temprana edad. En su honor, su viuda construyó una capilla en el lugar, lo que hoy es la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús.
Cabe destacar que el casco de la quinta, declarado de interés histórico Municipal en 1991, y la casa de los caseros todavía existen, esta última convertida en el Museo Histórico Parroquial Pedro Grassi (padre de Alfredo), en 2009, donde se concentra toda la historia de la quinta y de la institución religiosa, también declarado de interés cultural municipal en 2016.
"Los vecinos deben conocer la historia de estos edificios que tienen un valor histórico y patrimonial inmenso para la localidad, que es el lugar donde viven", cerró Grassi.