Tradición Gasolera en el básquet del Municipio

De cara a los Juegos Martina Osuna juega en Temperley y fue convocada para los Bonaerenses. Hija de otra jugadora, tiene vínculos familiares con Edith Pecorelli, otra crack Celeste.

Osuna ya fue campeona vistiendo los colores del Gasolero.

Martina Osuna es uno de los talentos que tiene el básquet del Club Temperley. Con 16 años, hoy defiende los colores del Municipio de Lomas al que fue convocada para participar de los Juegos Bonaerenses. 

Tras sus buenas actuaciones en el Gasolero, le llegó la propuesta para jugar el certamen provincial y desde hace algunas semanas entrena junto al grupo de jóvenes U17 que intentará atravesar las distintas fases hasta llegar a la etapa definitoria en Mar del Plata. "Es la primera vez que voy a participar de un Bonaerense y tengo muchas expectativas de que salgan las cosas bien. Todavía no se pudo ver bien el nivel de competencia, porque no pudimos competir contra otro municipio, pero por lo que va de los entrenamientos, tenemos un nivel bastante parejo entre todas", señaló Martina que juega desde los cinco años para el Club Temperley.

El equipo lomense entrena una vez por semana en el Country Club de Banfield o en la cancha de Temperley y, como ocurrió en la mayoría de los deportes de conjunto, se armaron planteles con jugadoras de varios clubes con tradición en el deporte. "Convocaron a una de mis mejores amigas y también a compañeras de otras categorías. Tenemos fe de que podemos ir encontrando el equipo con el correr de los entrenamientos", remarcó Osuna.

Como jugadora del Gasolero, Martina ya vivió la experiencia de competir junto a mujeres, gracias al aval del cuerpo técnico. "Formé parte del plantel que salió campeón U19 gracias al voto de confianza de mis entrenadores. Hoy pienso en llegar lo más lejos posible dentro del deporte y me propongo seguir como vengo y superarme en cada entrenamiento. Hoy tengo una oportunidad de poderme quedar en los entrenamientos de Primera y eso me da confianza para hacer lo que hago", agregó.

En los pasillos del Palo Metz fue formando su estilo. De chica arrancó siendo base, pero hoy, con 1,81 de altura, juega de cuatro o de alero. Desde siempre, por sangre, tuvo un vínculo con la pelota y el aro. "Siempre me gustó el deporte, mi mamá jugaba básquet y fue algo de familia que se fue dando. Inclusive, la prima de mi abuelo es Edith Pecorelli, una fenómena del deporte en Temperley", expresó. 

La referencia apunta a la primera mujer en la historia del club en convertirse en presidenta de la institución y, a su vez, una de las pocas de todo el fútbol argentino en conducir los destinos de una institución, por mediados de los '90. A nivel deporte, Pecorelli también es una referencia ya que su talento la llevó, a los 21 años, a integrar la Selección Argentina femenina de Básquet y consagrarse subcampeón del Sudamericano de 1974. Ese es el camino.

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