UN 85% MÁS BARATO Los vecinos aprovechan para conseguir buenas prendas, de marca, a precios accesibles. Además, muchos venden lo que no usan para renovar el placard.
En medio de la pandemia, existe un fenómeno que se acrecentó a pasos agigantados: el comercio de la compra y venta de ropa usada, en buen estado, se triplicó respecto en Lomas respecto a 2019 o principios de 2020. Muchas personas se volcaron a esta modalidad, que registra precios de hasta 85% más barato, tanto para conseguir prendas accesibles como también para generar un ingreso económico que ayude a los gastos diarios. Una movida que "llegó para quedarse".
Galpón al Sur es un showroom ubicado en Banfield, más precisamente en Vieytes 937 (puerta 6) y su funcionamiento es tanto de forma presencial como de manera virtual. Glenda Hedemann, fundadora y encargada hace ocho años, vende ropa usada de primera marca y en excelente estado para mujeres entre 15 y 60 años aproximadamente, y también compra mercadería a consignación, con muy buenos porcentajes para las dueñas de las prendas.
En pandemia se triplicó este fenómeno de compra y venta de ropa usada, comparado con 2019 o principios de 2020.
"En pandemia se triplicó este fenómeno de compra y venta de ropa usada, comparado con 2019 o principios de 2020", aseguró Glenda, muy convencida, quien cree que este resultado se dio a partir de varios factores: una economía inestable para gastar dinero en locales y el orden de roperos que llevó adelante mucha gente para generar un ingreso extra.
Rocío Moreno empezó con la modalidad de compra-venta en medio de la pandemia y gracias a su hermana, que se quedó sin trabajo, lo tomó como una posibilidad de generar un ingreso: "Me fue muy bien, superé la duplicación de ventas y me sirvió muchísimo para poder afrontar mis gastos".
"Hay una relación muy importante entre costo y calidad. Los precios son un 85% más barato que en un local de venta de ropa nueva. Las prendas que comercializo son de primeras marcas, como Wanama, Tucci, Tomy, Akiabara o Ayres", agregó la lomense de 46 años, que admitió que muchas de las compradoras "se olvidan que la ropa es usada porque está impecable, perfumada y planchada".
Los precios son un 85% más barato que en un local de venta de ropa nueva.
Para tener una noción de precios: en Galpón al Sur (con atención de martes a domingo de 14 a 19) se pueden encontrar camperas entre $3 mil y $5 mil, jean con precios que parten de $800, camisas a partir de $700 y calzados entre $1 mil y $3 mil. Por su parte, Rocío explicó que "llegué a vender remeras a $100 y jeans a $350".
Glenda aseguró que, en la mayoría de los casos, las mujeres utilizan solamente el 20% de la ropa que tienen en su placard: "Yo incentivo a las chicas a que vendan lo que no usan, les puede generar un buen aporte al hogar. Acá hay vendedoras que se llevan entre $20 mil y $30 mil por mes".
Glenda aseguró que, en la mayoría de los casos, las mujeres utilizan solamente el 20% de la ropa que tienen en su placard, por lo que incentiva a las chicas a que vendan lo que no usan, ya que les puede generar un buen aporte al hogar.
Otra novedosa modalidad de venta de prendas fue gracias a los vivos de Facebook: las vendedoras muestran distintas prendas a los usuarios y luego la entrega se pacta para que sea de manera presencial o por envío. "Se vende muchísimo por este medio, he llegado a juntar aproximadamente $20 mil en tan solo dos horas", contó Rocío.
"Esta forma de comercio se va a sostener en el tiempo, llegó para quedarse. Además, se ayuda al medio ambiente porque la moda es la industria que más contamina", concluyó Glenda.