ofrece recompensa El hecho ocurrió en Remedios de Escalada en octubre de 2019, cuando Gustavo Baez fue asesinado a puñaladas cuando salía de su propiedad.
La familia de Gustavo Baez, el hombre de 47 años que fue asesinado a puñaladas en octubre de 2019 en Lanús, ofrece una recompensa de $700 mil por un dato certero para dar con el tercer atacante, del que no saben de su paradero desde entonces.
Su hermano Mario Baez contó a La Unión que dos de los tres hombres que lo atacaron ya fueron condenados tras un juicio abreviado hace tres meses, pero que la familia quiere hallar al que continúa prófugo.
Según precisaron fuentes oficiales a este medio, fue el Tribunal Oral en lo Criminal N°10 de Lomas de Zamora el que llevó la causa y condenó a dos de los atacantes, que serían, padre e hijo. Actualmente, se encontraría prófugo otro de los hijos.
"Se me ocurrió hacer esto, que es todo lo que tengo, para llegar a este tipo y que lo metan preso."
El hecho fue la madrugada del sábado 5 de octubre del 2019, en González Balcarce al 2100, en Remedios de Escalada, cuando Gustavo Baez había ido a apagar las cámaras frigoríficas de un galpón de su propiedad, para que su mercadería no se congele al otro día.
Como se ve en las imágenes, dos hombres estaban pegándole patadas al portón del galón, es por eso que Baez salió a ver que pasaba, fue allí que lo embistieron.
"No sabemos que pasó, sólo sabemos que estos empiezan a patear la puerta del galpón. Mi hermano sale, ni bien abre la puerta le dan una puñalada en el pecho. Otro lo empieza a apuñalar de atrás. El padre se sumo a los segundos", contó su hermano mayor.
"Este Nahuel está prófugo todavía. Ofrecí la recompensa porque no lo busca nadie, la policía ni la fiscalía. No hizo nada", planteó Baez. Se trata de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 3 de Lanús la que lleva adelante la investigación para dar con Silva.
"Se me ocurrió hacer esto, que es todo lo que tengo, para llegar a este tipo y que lo metan preso", enfatizó.
En tanto, manifestó que la familia Silva era vecina de en frente de la casa de su hermano, quien tenía 47 años, estaba casado y era papá de dos hijos. "Ya estoy cansado de todo esto", confesó.