Taekwondo El lomense terminó en el puesto 23 en el Mundial de Poomsae y cerró el 2020 de buena manera, siendo uno de los mejores a nivel continental.
Más allá de las complicaciones que trajo la pandemia del Coronavirus, Damián Bruno pudo cerrar el año de buena manera y con la satisfacción de terminar otra vez dentro de los destacados de su disciplina. Y no es para menos. En el último Mundial de Poomsae, el taekwondista local se ubicó entre los mejores 25 del planeta en la categoría menores de 30 años y terminó muy satisfecho.
El joven de San José, que es campeón argentino desde 2014 y que suma once defensas consecutivas, superó con éxito la fase preliminar que contó con 64 competidores (un representante por país) y se posicionó dentro de los 30 mejores del mundo. En esa instancia, que fue dividida en dos grupos de 15, no pudo pudo avanzar a la final, pero más allá de eso terminó muy contento por lo realizado.
"Pasar la etapa preliminar significó una gran alegría para mí, es algo que me puso muy contento, porque lo hice con un puntaje por encima de 7, que es un gran número y al que es complicado llegar. Eso, para mí, fue muy importante porque los jueces son muy detallistas y es difícil sacarse esa nota", destacó el atleta local, que fue el único representante argentino en la categoría.
Por eso, al momento del balance, todo fue positivo para Bruno. "En el Mundial anterior, que se hizo en 2018, finalicé 17, pero este puesto 23 tiene otro valor para mí. Lo considero más positivo porque, si bien no pude llegar a la final, la competencia fue más dura, hubo más rivales y creo que estuve a la altura. Además, la zona en la que competí fue la más dura porque me tocó enfrentar a los que después terminarían siendo los tres medallistas", comentó.
Con este puesto, a su vez, se posicionó dentro de los mejores de Latinoamérica, sólo superado por el representante de Perú, y eso también lo puso contento. Bruno sacó el mismo puntaje que el exponente de Brasi (último campeón sudamericano) y superó al representante colombiano, dando una muestra de su buena actuación.
Gracias a esta performance, el atleta local pudo cerrar con buenas sensaciones un año atravesado por la pandemia del Coronavirus, en el que no pudo competir de manera presencial y se tuvo que adaptar a la virtualidad, con sus pro y contra. Y Bruno fue claro sobre ese tema. "El hecho de tener que armar todo complica lo que es la preparación para una competencia, te quita tiempo y concentración. Hay que estar atentos a muchas cuestiones externas como sonidos, calidad de imagen, Wi-Fi y es un desgaste extra. Además, con la cámara, hay cosas que no se pueden ver", lamentó.
NUEVOS DESAFÍOS
El 2021 significará la despedida del deportista local en la categoría hasta 30 años, la más exigente en el mundo del Poomsae, y por eso ya puso la mira para lo que será su último año, enfocado en lo que será el Torneo Nacional de febrero, donde buscará mantenerse como el mejor del país y estirar su supremacía en la categoría, y con la ilusión de poder participar de la Copa Embajadores del Mundo, que -si la situación sanitaria se mejora- se realizará en noviembre en Corea del Sur. "Me encantaría estar en ese torneo. Para mí sería la frutilla del postre de todo lo que hice en esta categoría", concluyó Bruno, que también ya empezó a trabajar para tener su propia escuela de taekwondo, obviamente con orientación hacía el Poomsae, su especialidad.