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Sáenz Quesada: "Nos interesa que la historia sea para todos y nos pueda formar como ciudadanos"

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La historiadora asegura que su objetivo "no es hacer un mero recuento de anécdotas", y señala que "la anécdota es simplemente un ejemplo que sirve para que tengamos más claro qué es lo que ocurrió en el pasado", al hacer referencia a su trabajo al frente de la revista "Todo es Historia", que cumple 50 años de existencia.

La historiadora María Sáenz Quesada recibió a Télam en la sede de la revista "Todo es Historia" fundada hace 50 años por Félix Luna, junto a Eliana de Arrascaeta, sobrina de Luna y secretaria de redacción de la publicación, quien explicó que el nombre de la revista se debe a que para ellos "todo lo que pueda pasar o haya pasado puede formar parte de una investigación histórica".

Por ello -agregó- el lema sigue siendo "registrar la memoria nacional y cualquier hecho latinoamericano o de la historia mundial que esté relacionado con la Argentina".

A fines de la década del 50, Félix Luna, un abogado interesado en la historia argentina y autor por entonces de libros sobre Hipólito Yrigoyen y Marcelo T. de Alvear, tuvo la idea de crear una publicación siguiendo la corriente de la historiografía francesa, y a semejanza de la revista "Miroir de l'Histoire", nacida en 1957.

El sueño tuvo que esperar casi diez años, y con el advenimiento del golpe militar de Juan Carlos Onganía, que derrocó a Arturo Illia, Luna creyó que se había creado la necesidad de un órgano que pudiera dar cuenta de la historia argentina contemporánea. El primer número apareció entonces en mayo de 1967, y llevaba a Juan Manuel de Rosas en a portada.

Desde entonces "Todo es Historia" apareció de forma ininterrumpida, convirtiéndose en una de las revistas históricas de más larga duración de habla hispana.

Hoy, tanto Sáenz de Quesada como Arrascaeta coinciden en advertir que el objetivo es que "Todo es Historia" sea leída "no solo por aquellos que estudian historia sino también por quienes se interesan por leer historia".

Para celebrar el 50 aniversario de la revista habrá actividades especiales en la Academia Nacional de la Historia (10/5 a las 13) con una mesa de debate con Natalio Botana, Miguel Bravo Tedín, Roberto Cortés Conde y Carlos Páez de la Torre coordinada por Sáenz Quesada; y en la Feria del Libro (14/5 a las 14) una charla sobre la revista con Mabel Bellucci, Leandro de Sagastizábal y Diego Barros.

Además habrá distinciones en la Legislatura porteña el 17 de mayo a las 17.30, mientras que el 6 de junio a las 18 se realizará un acto para homenajear al equipo de la revista en el Senado encabezado por la vicepresidenta Gabriela Michetti.

En las últimas cinco décadas pasaron por "Todo es Historia" más de 2.700 investigadores y son 5.000 los artículos que forman parte del archivo de la publicación, que después de la muerte de Luna, en noviembre de 2009, mantuvo el mismo equipo: Sáenz Quesada como directora, Arrascaeta como secretaria de Redacción, Felicitas Luna como editora y Gregorio Caro Figueroa como colaborador principal.

-Télam: ¿Cómo fue su llegada a la revista?

-María Sáenz Quesada: Llegué recién egresada de la carrera de Historia y muy insegura con respecto a qué trabajar. En 1967 Luna nos brindó la posibilidad de acercarnos a la historia desde distintos ángulos, trabajando desde los hechos y acontecimientos más grandes hasta las cosas más pequeñas. Estudiábamos y publicábamos la historia de los africanos en la Argentina, los bandoleros, los caudillos. Es lo que se conoce como historia reciente, la historia del presente y hoy es furor en las universidades y centros de estudios.

-T: ¿Cuáles son los desafíos de "Todo es Historia" hoy?

-M.S.Q.: El desafío es no ser excluyentes. Tratamos de incluir temas de historia contemporánea, del presente, de historia social, pequeñas biografías pero también la historia colonial que está tan olvidada. Nos proponemos ver la historia como un conjunto, América Latina y también aquello de la historia del mundo que esté vinculado a la historia de la Argentina. Como decía Luna, "somos una revista de historia argentina y también americana, pero no una revista universal".

-T: ¿Qué cambios se produjeron a lo largo de medio siglo en la revista?

-M.S.Q.: En una primera etapa predominaba el periodismo de denuncia en el que estaban las notas de investigación de (Osvaldo) Bayer sobre la Patagonia trágica, o los anarquistas expropiadores, trabajos que dieron lugar a toda la historiografía de Bayer. Los primeros colaboradores de la revista Luna los buscó en el diario Clarín, donde trabajaba con Bayer. Después el equipo se fue ampliando a historiadores profesionales y también a jóvenes estudiantes pero lo que no hicimos ni hemos hecho nunca es seleccionar por antecedentes a quienes escriben.

-T: En este contexto ¿cuáles cree que son los desafíos a la hora de pensar y divulgar la historia?

-M.S.Q.: Creo que es importante pensar y divulgar la historia sin encerrarla en el ámbito académico, en la torre de marfil de los especialistas. Desde hace muchos años hay una tendencia a que el joven estudiante de historia se profesionalice y tienda al diálogo entre pares, y le cuesta comprender la importancia de que su conocimiento sea parte de la ciudadanía de su país. Esto genera un cierre y un lenguaje muy poco atractivo. Nuestra postura es mirar la historia y despojarla de acusaciones.

-T: ¿Cuál le parece que es el legado de la revista?

-M.S.Q.: Lo que nos interesa es pensar que la historia sea para todos, que nos pueda formar como ciudadanos, que nos ayude a ser conscientes de nuestro pasado para ver los problemas que hemos resuelto y que podemos resolver. No hacer mero recuento de anécdotas. La historia no es una anécdota. La anécdota es simplemente un ejemplo que sirve para que tengamos más claro qué es lo que ocurrió en el pasado.

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