YouTube, mi buen amigo

Mundos personales.

YouTube fue activado el 14 de febrero de 2005,​ y el 23 de abril, un hecho del que este jueves se cumplen 15 años, fue cargado el primer video, “Me at the Zoo”, “Yo en el zoológico” en nuestra lengua.

Había sido fundado poco antes por Chad Hurley, Steve Chen y Jawed Karim en San Bruno, California. Todos ellos se conocieron cuando trabajaban en PayPal, Hurley y Karim como ingenieros y Chen como diseñador.

Según Hurley y Chen, la idea de YouTube surgió ante las dificultades que experimentaron al tratar de compartir videos tomados durante una fiesta en San Francisco, pero quizá la historia tenga otros ribetes.

Esta creación de unos geniecitos californianos pasó a ser de uso cotidiano en un abrir de ojos.

La cuestión es que el invento se les fue un poco de las manos y para diciembre de ese mismo año las páginas de YouTube eran visitadas unas 50 millones de veces al día. Además, los usuarios pasaron a subir videos en cantidades industriales, lo que tampoco estaba contemplado en el plan inicial.

Esta creación de unos geniecitos californianos pasó a ser de uso cotidiano en un abrir de ojos, y el término YouTube pasa también a ser parte de nuestro diccionario sin esperar que la Real Academia Española lo dé por aprobado.

Casi todos los mortales nos dimos unas pantagruélicas panzadas en YouTube. En un principio la música fue la principal plataforma con un tendal del clips, pero luego se sumaron discos enteros y conciertos en vivo.

La cosa se amplió y en YouTube hay de todo, como en botica. Desde un compilado con los golazos de tiro libre de Lionel Messi, a transmisiones en vivo, a videos de archivo y hasta películas y series, entre un interminable conteo de ítems.

En estos raros días de cuarentena, YouTube tomó otro valor y otro significado, en especial para los artistas y sus respectivos públicos.

Al igual que internet, volvió algo más democrática la información y cualquiera pueden ver los contenidos desde donde esté y desde diversos soportes.

En estos raros días de cuarentena, YouTube tomó otro valor y otro significado, en especial para los artistas y sus respectivos públicos.

Abundan los “vivos” en esta plataforma de conciertos caseros, se liberó una buena cantidad de material audiovisual y hasta pueden verse obras de teatro grabadas, algo que no podía imaginarse antes de esta pandemia. Incluso, los grandes museos del mundo ofrecen en YouTube visitas guiadas en forma virtual.

También se convirtió en un mejor amigo de lo que era antes con su frondoso archivo que no para de crecer, siendo una grata compañía virtual durante el aislamiento social.

Ahí está YouTube esperando el nuevo clip de una estrellita pop que siga sumando reproducciones, que el video de una tierna mascota en algún lugar remoto del globo se convierta en lo más visto del día y que la película que no pudo ir a los cines esté lista para que la vea

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