Ya hay más de 400 camas en clubes de Almirante Brown
a disposición. Siete instituciones dentro del Municipio abrieron sus puertas para recibir contagiados en caso de que sea necesario. Además, sirven como tienda de campaña para policías y médicos en servicio.
En los distintos barrios de Almirante Brown, los clubes están cumpliendo con un importante rol social que le permite al Estado contar con una mayor infraestructura frente al creciente aumento de casos de Covid-19.
Actualmente, siete entidades de distinta infraestructura han abiertos sus puertas para que se coloquen camas que sirvan de resguardo ante un colapso de las disponibles en hospitales, clínicas y centro de Salud. Se trata de los clubes Brown de Adrogué, San Martín de Burzaco, Atlético Longchamps, Independiente de Burzaco, Pucará, Defensores de Glew y Sportivo Burzaco. A estos se suma el Polideportivo Municipal con 120 camas a disposición.
Respecto al uso de las mismas, algunas apuntan a médicos y policías que se encuentran abocados al servicio y deben estar aislados o están lejos de sus hogares mientras que otras quedaron a disposición de las autoridades de Salud, por si precisaran utilizarlas ante una saturación del sistema.
Hernán Villanova, secretario general del Club Atlético Longchamps, contó que recibieron el pedido y respondieron de inmediato. “Este es el club más grande de la ciudad y cumplimos con un importante rol social. Siempre nos tienen en cuenta porque respondemos; estamos presentes y, en la medida de lo que podemos, ayudamos. La idea es que los clubes de barrio sean sociales y estén al pie del cañón cuando se los necesita”, indicó.
En los más futboleros, Brown de Adrogué y San Martín de Burzaco, también hay un fuerte apoyo al Municipio y a la salud. “Cuando quieran convencerte que los clubes deben ser 'empresas', mostrales este hilo. Los clubes en la Argentina significan otra cosa, esto por ejemplo”, había publicado el presidente del Tricolor, Adrián Vairo, en sus redes sociales, mostrando fotos de las 104 camas que hay en el club a disposición.
Por su parte, Gabriel Ostanelli, presidente del Azul, había declarado: “Es un momento histórico para no esconderse, hay que poner todo de nosotros y tratar de mantenernos en nuestro de barrera de contención dentro de la sociedad. Yo soy de la idea de que, después del colegio y la casa, el club es el tercer hogar y por eso nos comprometemos de esta manera. Somos un eslabón más de la sociedad y es un orgullo poder hacer cosas para ayudar a la gente”, destacó Ostanelli.
Esta función social de los clubes de barrio también se ve reflejada en otras acciones que llevan adelante decenas de instituciones en Lomas de Zamora, Lanús, Avellaneda y Esteban Echeverría, dentro de la región.
