Un infectólogo de Lanús advirtió que el Coronavirus "podría quedarse"

Alejandro Lepetic, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología, aseguró que dada la alta adaptación del virus,  se tendrá que convivir con él. “Hasta junio esto seguramente va a seguir y luego desacelerará”, indicó.

El infectólogo Alejandro Lepetic, integrante de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), nacido en Lanús y vecino de Lomas por 26 años, habló sobre la pandemia del Coronavirus e indicó que, según su parecer, el virus podría quedarse y los ciudadanos argentinos deberían convivir con ello. Se mostró a favor de las medidas preventivas implementadas por el Gobierno, ya que hoy por hoy es la única manera de cuidarse. Tanto él como sus colegas apuntan a que a fines de 2021 o principio de 2022 pueda aparecer una vacuna preventiva.

“Por el comportamiento, el Coronavirus llegó y podría quedarse debido a su alta adaptación para convivir con el ser humano. Igualmente, la pandemia se genera una sola vez y después irá cayendo de categoría hasta ser controlada. El H1N1 (Gripe A) en 2009 nos ayudó a comprender y a estar atentos”, indicó el nacido en Lanús y quien actualmente reside en Brasil.

El doctor, de 57 años, amplió el concepto: “Hasta junio esto seguramente va a seguir y luego desacelerará. Si tomamos a China como referencia, la pandemia circulará entre cuatro y cinco meses en cada país, pero con el aislamiento se puede aplanar el pico de contagio y tener los mismos casos en un mayor período de tiempo”.

Una incógnita recurrente que existe en la población es la aparición de una vacuna preventiva o una cura. El profesional dijo que hay más de 50 vacunas en evolución, con pruebas en animales y humanos, y que cuando llegue se podrá utilizar en carácter preventivo: “Se estima que puede ser a fines de 2021 o principios de 2022, esos son los plazos que se manejan hoy en día de acuerdo a las investigaciones”.

De todas maneras, aclaró que existen antivirales y distintos tipos de drogas que parecen tener efectos positivos y ayudan a combatir la enfermedad, lo que alimenta la esperanza en la incansable lucha contra el virus.

Al referirse al virus y a la pandemia producida en el mundo por su rápido contagio y extensión, el doctor explicó que la mortalidad parece baja en cuanto a sus índices, pero debido a la gran cantidad de contagiados es un problema para la salud pública. Cada caso de COVID-19 produce entre dos y tres nuevos infectados.

“La única medida que tenemos para parar la expansión en estos tiempos, ante la falta de una vacuna, es el distanciamiento social. Aquellos países que no lograron una cuarentena a tiempo tuvieron una aceleración exponencial de la curva de contagios y muertes”, contó el socio fundador de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero (SLAMVI).

Al focalizarse en la situación de Argentina, Lepetic se mostró a totalmente a favor de las medidas tomadas por el Gobierno nacional: “El aislamiento permite que el que está infectado no lo trasmita y el que está sano que no se contagie. De esa manera se aplana la curva y se enlentece la pandemia para organizar a la sociedad y los recursos sanitarios”.

Rápidamente añadió: “Argentina está actuando adecuadamente con los recursos que dispone, esto se refleja en los números y debemos sentirnos orgullosos por nuestra labor. Siempre hay cosas por mejorar, como el cuidado al personal de salud y la capacidad de testeos”.

“La cuarentena administrada o controlada es factible desde el punto de vista epidemiológico, pero con los controles adecuados y un trabajo en conjunto, con una responsabilidad enorme de todos”, agregó el infectólogo, en referencia a la tercera fase de la cuarentena que se extenderá hasta el próximo 26 de abril.

Para finalizar, Lepetic hizo hincapié en un desafío que se le presentará en lo inmediato a Argentina, como lo es la repatriación de quienes se encuentran en el exterior y que pueden llegar a ser posibles fuentes de contagio: “Deben volver al país porque están en su derecho, pero el procedimiento se debe llevar a cabo con controles estrictos