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Tras el remate del Elefante Blanco, la disputa ahora sigue en la Justicia

comienza una nueva etapa. Al menos 160 vecinos iniciaron demandas en distintos juzgados de la Ciudad. Le exigen a Bapro Mandatos que les devuelva toda la plata que invirtieron, ya que sólo recibirán el 30%.

El remate del complejo de torres conocido como el “Elefante Blanco” de Avellaneda abrió un nuevo capítulo en una extensa historia repleta de idas y vueltas. Cientos de familias que invirtieron sus ahorros para tener su departamento en el lugar ahora esperan el avance de las demandas judiciales que iniciaron contra los responsables del fideicomiso que dejó a medio terminar los tres edificios en Hipólito Yrigoyen al 500.

Las acciones legales por “daños y perjuicios” e “incumplimiento contractual” fueron iniciadas en distintos juzgados de la Ciudad de Buenos Aires. Le exigen a Bapro Mandatos y Negocios y a otros actores que intervinieron en el desarrollo inmobiliario que les devuelvan el dinero invertido con intereses y otras sumas punitorias.

Los reclamos van desde los $300 mil a los $1.500.000 en algunos casos y fueron iniciados por al menos unos 160 adherentes, según Christian Cao, abogado que los representa. Los damnificados sostienen que nunca les entregaron el departamento tal como lo establecía el contrato y que sólo recuperarán un 30% de la plata que pusieron.

“Yo puse hasta 2013 $900 mil, pero si ahora me lo devuelven no vale lo mismo.”

“Yo puse $900 mil hasta 2013, pero si ahora me lo devuelven no vale lo mismo. Hoy en día quiero recuperar la plata porque no sé qué va a pasar y voy a seguir con las acciones por daños y perjuicios contra los culpables de esta gran estafa”, explicó Carolina, una de las propietarias adherentes que pagó 118 de las 120 cuotas.

Otros, en cambio, aseguran que quieren recuperar “algo de plata” y olvidarse del tema.

Mientras desde Bapro Mandatos tienen otra mirada. Según comentó Patricio Harte, gerente de Asuntos Legales de la entidad: “Llamaría la atención que las demandas se iniciaran antes de conocer cuánto le corresponde a cada adherente”.

El Elefante Blanco fue comprado en una subasta judicial a principios de julio por el empresario Carlos Alberto Dayan por $10.050.000. Del total, había que descontarle honorarios de síndicos, abogados y peritos y gastos extra. El resto sería el monto a repartirse entre los inversores, una suma que estaría lejos de lo que cada uno abo

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