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Temperley venció a la Crema y llega dulce al clásico

B Nacional.

Con dos goles de Pablo Magnín en el complemento, el Gasolero venció por 2-1 a Atlético  Rafaela. Se metió en zona de Reducido y el público terminó cantando contra Los Andes, al que visitará el próximo sábado en Lomas.

Temperley está de fiesta. Y tiene motivo para estarlo. Le ganó por 2-1 a Atlético Rafaela en un partido peleado, hilvanó su segundo triunfo en fila y, por primera vez en la temporada, se metió en zona de Reducido. Y por eso se ilusiona, festeja. Y el broche: llega afilado al clásico con Los Andes.

No fue un triunfo sencillo, lo tuvo que trabajar bastante y recién en final, con el pitazo de Ceballos, pudo tener su desahogo en el Beranger, donde dio un paso importante para pelear por el segundo ascenso.

Al Gasolero le costó entrar en partido. Y sufrió con algunas jugadas de la visita, que tuvo dos chances en los primeros minutos, con una gran repuesta de Campodónico a un remate de Albertengo y un disparo desviado de Navas desde afuera del área. Y sobre el final de la etapa inicial, la visita tuvo otra en los pies de Copetti, pero el 1 del local respondió bárbaro.

El Celeste, con el paso de los minutos, emparejó las acciones. Se paró unos metros más arriba, Mancinelli empezó a gravitar por las bandas y presionó a su rival contra su valla. Y eso se tradujo en dos situaciones de peligro, ambas en los pies de Magnín. En la primera, y tras robarla en la salida, se resbaló cuando enfrentó al 1 visitante y no pudo definir; y en la segunda, definió mal mano a mano con Macagno.

En el inicio del complemento, el ex San Martín de San Juan tuvo su revancha y obtuvo el premio a su búsqueda, con un gol lindo, a pura potencia y con un buen remate cruzado, para destrabar un partido complicado, cerrado y difícil.

Sin embargo, en el mejor momento del local, la visita llegó a la igualdad: Quiroga, en la primera pelota que tocó (entró por Bertero a los 16), aprovechó una serie de rebotes dentro del área y puso el 1-1.

Fue un golpe duro para el Gasolero. Y le costó volver a entrar en juego. Pero cuando Mancinelli impuso nuevamente condiciones por la banda, el Cele lastimó. Y lo logró a los 31 minutos, con Mancinelli y Magnín como protagonistas: el volante llegó al fondo y tiró el centro rasante y el goleador, debajo del arco, marcó un gol vital, en un momento fundamental, para seguir soñando con el segundo ascenso.

En los minutos finales, y con la ventaja, el Celeste manejó bien la pelota, sufrió poco ante un Rafaela que se desdibujó por completo, y se quedó con un triunfo valioso, clave para escalar a la zona de Reducido, meterle presión a sus rivales directos, y llegar entonado al clásico, en alza y con dos triunfos en fila.

https://youtu.be/_T__Qi-uDsk

 

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