Un submarino nazi con mercurio amenaza las costas de Noruega
hundido durante la segunda guerra mundial. Los científicos trabajan en estrategias para recubrirlo y detener la emanación de su carga. Sostienen que ?la contaminación del mar sería comparable a un Chernobyl pero acuático?.
A mediados de 1945, un submarino nazi se dirigía hacia Japón transportando acero, plomo y mercurio en toneladas. Cuando pasaba por Noruega fue bombardeado por los británicos y se hundió en el fondo del mar. Hoy, casi 75 años después, las consecuencias de su permanencia en el lugar podrían ser fatales para la ecología de la zona.
El submarino se encuentra partido en dos mitades y su carga se va filtrando de manera lenta pero continuada afectando la biodiversidad del mar. Esto generó que la pesca en el lugar fuera prohibida y el gran temor es que al intentar sacarlo del fondo del mar se liberen todos los elementos, lo que podría destruir el mar o, como dicen algunos científicos, “generar un Chernobyl acuático”.
La opción que manejan para solucionar el problema es enterrar el submarino y sellarlo. Sin embargo, la decisión no fue bien recibida por grupos ambientalistas que temen que aún así las emanaciones continúen y se filtren 60 toneladas de las sustancias en las próximas décadas.
La posibilidad de quitar los restos de la nave está descartada, dado que ese movimiento permitiría que el mercurio pueda esparcirse. Para el año 2020 se prevé que esté terminado un cobertor de 47.000 metros cuadrados, debajo del cual estará la nave. Se espera que esta operación, que comenzará el año que viene, demande un gasto 32 millones de dóla
