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Romero, a 20 años del triunfo en Avellaneda: "Uno no toma dimensión de lo que se vivió ese día"

Los Andes. Un 6 de agosto de 2000, el Milrayitas volvía a Primera División con un recordado 2-1 frente a Racing. El Negro, uno de los máximos ídolos del club, fue testigo de aquella jornada. "Fue grandioso, terrible en lo personal y más para un jugador nacido en el club", remarcó.

"Hay recuerdos que no voy a borrar", es parte de una de las estrofas de "Brillante sobre el mic", del álbum "el amor después del amor (1992) del rosarino Fito Páez. Si bien quedan allá en el tiempo, hay fechas que se festejan y se atesoran como si fuera hoy nomás.

Un 6 de agosto de 2000, el Cilindro de Avellaneda fue testigo de la vuelta de Los Andes a Primera División. Atrás había quedado la extensa temporada en la B Nacional, cuyo objetivo era salvarse del descenso. Una vez conseguido eso, el Milrayitas estuvo a minutos de jugar las finales frente a Huracán. Batalló en el Torneo Reducido, se hizo más fuerte que una roca y ante Quilmes escribió una de las páginas más gloriosas de su historia grande.

La caravana de Lomas al estadio Presidente Perón. Un hormiguero que recorría por dentro cada cuerpo. Los Andes en Primera y ante Racing, nada más, ni nada menos. Y un partido cambiante, con un primer tiempo complicado y un complemento donde se hizo pie y se logró la proeza. Dar vuelta el resultado (2-1) y volverse exhaustos a Lomas de Zamora.

Uno de los 11 que aquella tarde salieron a la cancha es uno de los máximos ídolos del club: Orlando Enrique Romero. El Negro o Romerito, el que volaba en su juventud por la banda derecha y el que aportó el cerebro para el ascenso en la campaña en Primera División.

Con la 7 o la 10, su figura nunca pasaba desapercibida. "Estaba mirando Facebook, no al tanto de la fecha que se cumplía. A raíz de ver las imágenes y los textos pensaba 'que loco, uno no toma dimensión de lo que se vivió ese día'. Fue terrible", describió en diálogo con La Unión, cayéndole la ficha de lo significó ese 6 de agosto de hace dos décadas.

"Uno ahora está en otras cosas, en otros trabajos, pero siempre digo que no supe disfrutar ese momento. Fue grandioso, terrible en lo personal. Más para un jugador del club, que salió de abajo e hizo todas las Divisiones Inferiores. Tener presente esto, estando de por medio mi club, es algo de lo que uno todavía no toma consciencia", agregó Romero.

Después de sus pasos por San Martín de Tucumán y Nueva Chicago, Romerito volvió a Los Andes. A un plantel que se armó casi por completo en un 90% y que logró un ascenso impensado. El hincha de Racing, que colmó la parada, quedó azorada de las cantidad de hinchas que el Milrayitas metió en la bandeja baja de la tribuna visitante.

"La colmaron, la reventaron. Fue terrible ver tanta gente, hasta nosotros nos sorprendimos. Hace poco se conmemoró el aniversario del ascenso, revivir esos momentos es mágico. La vuelta del estadio de Quilmes al Gallardón que estaba repleto. Cada instante es increíble. Con la experiencia de hoy, lo hubiera festejado de otra manera", explicó.

Racing se adelantó en el marcador con un golazo de Maximiliano Estévez. En el arranque del segundo tiempo empató el uruguayo Víctor López (un exIndependiente) y después el partido fue otro. Con el local buscando y chocando con una muralla llamada Alejandro Esteban Migliardi. Y Los Andes de contra. Llegó la corrida electrizante de Fabio Pieters, el centro que no pudo capitalizar Gabriel Caiafa, pero que el ingresado Oscar Monje definió por el segundo palo ante el achique de Gastón Pezzuti. Y la Locura descontrolada. Una marea roja y blanca festejaba un regreso glorioso ante uno de los denominados grandes.

"No hay que olvidarse que estábamos jugando contra Racing, uno de los mejores de la Argentina. Fue muy lindo todo el torneo, a pesar de que me lesioné en toda la segunda parte de la temporada. Pero me dí el gusto de sacarme la espina y jugar en Primera", cerró Romerito, uno de los exjugadores que ocupa un lugar privilegiado en la historia del club.

La formación: Alejandro Migliardi; Sergio Plaza, Gabriel Nasta y Marcelo Moya; Germán Noce, Sebastián Salomón y Mauricio Levato; Enrique Orlando Romero y Víctor López (ST 30m. Gabriel Caiafa); Rubén Ferrer (ST 35m. Oscar Monje) y Felipe Desagastizábal (ST 27m. Fabio Pieters). Suplentes: Gastón Losa y Luis Pérez. DT: Jorge Ginarte.

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