La Unión | Maestro ciruela

Profes de gimnasia

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Los profesores de Educación Física son (casi) sapos de otro pozo dentro del sistema educativo, son como los periodistas deportivos de los periodistas, por citar una comparación posible en otra profesión.

Esta aparente diferencia se debe en gran parte a que por lo general trabajan a contraturno de sus colegas, raramente se cruzan en los pasillos y en las salas de profesores, entre otros espacios comunes.

Incluso, muchas veces, la clase de educación física se da fuera de la escuela, su materia tiene una dinámica completamente distinta a las demás y hasta lucen un atuendo propio que es no compatible con el del resto de los docentes, ¿o acaso alguien vio a algún profe de filosofía de joggineta o con un cronómetro colgado del cuello?

Estos docentes cargan en sus espaldas cierta mirada peyorativa de muchos de sus pares, los que injustamente creen que “gimnasia” es una asignatura de segundo orden, cuando lejos está de serlo.

Algunos que otros sostienen, incluso a viva voz, que en estas clases los chicos sudan la gota gorda, mientras el profe o la profe leen el diario a la sombra, chequean los mensajes del celular y dan alguna indicación muy de vez en cuando.

A pesar de este prejuicio, los profes de educación física saben que su materia es fundamental en la formación de los alumnos, principalmente para los que le escapan a los deportes en su vida cotidiana, a las tareas en grupo y a la socialización comunitaria.

Además, los propios chicos guardan singular y justiciera simpatía por estos docentes, a pesar de ser sometidos al riguroso Test de Cooper, también conocido como “Los doce minutos”, y que reciban media falta si pegan un faltazo a la clase. Este cariño se mantiene desde el jardín de infantes y hasta el último día de la secundaria.

Inclusive, Fernández y su grupo parecen otros. Estos revoltosos chicos que se sientan en el fondo del curso en educación física se ponen las pilas mientras practican tiro suspendido para mejorar su rendimiento en handball o intentan mejorar el tiro de tres puntos en básquet.

Además, aquellos alumnos que se relacionan poco y nada con el resto muestran otra cara en los deportes colectivos, donde rompen el hielo y no dudan en interactuar con los demás.

Los de promedio brillante tampoco se tiran a chantas en “gimnasia”, porque saben que una baja nota en educación física les puede arruinar un boletín ejemplar.

 

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