El plato volador de Pasco: el tanque que volvió a brillar en Lomas
HISTORIA Y HOMENAJE. Hace casi cincuenta años, un vecino construyó en el techo de su casa un plato volador. Su hijo puso en valor la nave que ya ilumina las noches lomenses.
Una casa ubicada en plena Avenida Pasco llama poderosamente la atención de los lugareños. En su techo se observa un tanque de agua con una forma muy particular: un plato volador que, al caer la noche, enciende sus luces y cautiva a quienes pasan. La figura, construida hace casi medio siglo, volvió a brillar luego de permanecer siete años en desuso: su restauración fue obra del hijo del creador original, como un emotivo homenaje a su padre y a una historia que ya forma parte del paisaje de Lomas.
Eduardo Martino es el dueño de la vivienda que se encuentra ubicada en Pasco 2280 (Temperley) y en una charla con el Diario La Unión admitió que la idea del tanque con forma de OVNI fue un anhelo que siempre tuvo su padre, Florentino, quien vivía en el lugar y trabajaba en su histórica mueblería ubicada en la planta baja: "Él creó la casa de determinada manera para armar lo del plato volador, porque tenía la intención de exhibir algo que se vea desde todos los ángulos. Hace 48 años que el tanque tiene esa forma, hecha de hormigón por un artista italiano".

Lo cierto es que, con el paso de los años, la estructura perdió su brillo propio y hasta se fue deteriorando. Por eso Eduardo decidió darle vida al plato volador, con el objetivo de que vuelva a lucir reluciente: el trabajo lo llevó a cabo Carlos Sosa, quien se encargó de pintarlo y reacondicionarlo. Como si fuera poco, le repararon las luces para que pueda encenderse de noche (al igual que tenía el original, que había dejado de funcionar hace siete años) y mostrar un resplandor que llame la atención de los vecinos.
La reinauguración del plato volador es, por supuesto, un homenaje a la memoria de Florentino. "Pese a los gastos, lo puse en valor por él y porque también muchos vecinos me lo pidieron. Sé que mi papá, en el cielo, está muy contento con este gesto", dijo, con lágrimas en sus ojos.

Facundo Martino es el hijo de Eduardo y el nieto de Florentino, se sumó a las palabras de su padre y recordó a su abuelo como "un genio para los negocios con su mueblería y una persona muy pensativa que se dio maña para inventar lo del plato volador".
"Cada vez falta menos para que el plato volador cumpla 50 años. Para esa fecha haremos algo muy especial", adelantó Eduardo, muy orgulloso, e invitó a los vecinos a que puedan colaborar con la causa aportando alguna imagen del momento de la construcción original, imagen que de momento no posee y que sería de gran valor sentimental.









