Los jubilados de Las Golondrinas festejaron su tercer aniversario
. El espacio que se creó para que los adultos mayores del barrio tengan su lugar de pertenencia llegó a un nuevo años y apuestan a más proyectos y actividades.
Con un festejo austero, pero con la convicción de seguir creciendo con proyectos para los adultos mayores, el Centro de Jubilados Las Golondrinas cumplió tres años. El espacio fue creado con el objetivo de brindar contención a la gente grande del barrio de Temperley, que funciona dentro de la Sociedad de Fomento Roca.
Stella Maris Campero, presidenta del centro de jubilados contó: "Fue una muy linda celebración al paquete porque cada uno colaboró con algo para consumir y desde el espacio aportamos el almuerzo, las bebidas".
La fiesta estuvo muy animada, según contaron, y divertida. "La pasamos muy bien y es nuestro tercer año como centro siempre tratando de seguir creciendo, aportando a nuestra comunidad más alternativas de aprender algo nuevo, que se entretengan y sobre todo que se sientan acompañados", resaltó Campero.
La comisión, durante todo el año, intenta buscar distintas opciones para que los jubilados puedan participar. "Sabemos que la situación económica es complicada y que ellos encuentran en este espacio ese lugar para distraerse y sentirse escuchados", aseguró la presidenta de la sede ubicada en Senillosa 310.
Para continuar con ese crecimiento, anunciaron que en agosto arrancan las clases de gimnasia para adultos mayores. En tanto, invitaron a que se sumen a las reuniones que hacen todos los sábados de 15 a 18 donde charlan, juegan, llevan a invitados de otros centros de jubilados vecinos y festejan los cumpleaños de cada uno.
"En este momento contamos con 36 socios activos, pero en total llegamos a unas 50 personas porque tenemos algunos adherentes que no tienen la edad jubilatoria aún o están en trámite, pero todos forman parte del mismo grupo", señaló la presidente del centro.
Invitaron a los vecinos a sumarse a las reuniones que hacen todos los sábados de 15 a 18 donde charlan, juegan, llevan a invitados de otros centros de jubilados vecinos y festejan los cumpleaños de cada uno.
En estos tres años lograron formar ese hermoso grupo que tiene la posibilidad de estar acompañados, apoyados ante cualquier necesidad que se presente y en su lugar de pertenencia en su barrio. "Lo hermoso y lo destacable de cada sábado es que siempre juegan a la lotería o algún juego de mesa, pero pase lo que pase se corona la tarde con baile porque a todos les encanta bailar", concluyó Campero.