Comenzó un emprendimiento con un mensaje especial para las mamás 

Emprendedora. Valeria Espejo es la impulsora del Servicio TEA en Lomas, creó una ONG para concientizar sobre autismo y ahora se dedica a cocinar porque le resulta "terapéutico".

Apuesta a su pasión que es la pastelería

Apuesta a su pasión que es la pastelería.

La vecina de Lomas Valeria Espejo (48) es una constante impulsora de nuevas ideas y en esta etapa de su vida, después de un intenso camino recorrido donde se ha dedicado a la crianza de sus dos hijos, decidió volcarse a algo que le gusta mucho que es la pastelería, donde encontró su cable a tierra.

Su hijo Facundo, que hoy tiene 19 años, fue diagnosticado a los 6 meses con epilepsia y a los dos años con autismo. Ella se dedicó a buscar todas las herramientas posibles para mejorar la calidad de vida de él y la de muchos otros.

Así fue que creó la Asociación Civil Soñando Un Mundo Mejor TGD y, luego junto a otras madres de la ONG, impulsó el proyecto Servicio TEA del Municipio de Lomas, que contiene gratis a chicos con autismo y fue pionero en la Provincia de Buenos Aires.

Valeria actualmente trabaja en el Servicio TEA todas las mañanas para colaborar con los papás y mamás que reciben ese diagnóstico de sus hijos, pero además de esa labor, el año pasado decidió capacitarse en una de sus pasiones: la pastelería. Hace unas semanas lanzó su primer emprendimiento "AVE, budines y cupcakes".

"Arranqué hace como un mes atrás porque siempre me gustó cocinar cosas dulces y descubrí que además es como una terapia para mí", relató Valeria sobre esta forma de emprender y disfrutar de lo que más le gusta.

Durante la semana se dedica a tomar pedidos de una gran variedad de budines de diferentes gustos y cupcakes que luego entrega los viernes para que las familias disfruten el fin de semana.

Arranqué hace como un mes atrás porque siempre me gustó cocinar cosas dulces y descubrí que además es como una terapia para mí.

Así lo pensó desde un principio porque además es una mamá muy dedicada: "Facu ya está en otra edad, más grande y mi hija Fátima tiene 27 años, es profesora de Educación Especial y además me ayuda con este emprendimiento que comenzó con pedidos de nuestra gente más cercana".

EL MENSAJE QUE QUIERE DEJAR

Valeria entendió que hacer algo para ella misma, que le gustara y con lo que se sintiera a gusto era posible. Por eso, a través de AVE (son las siglas de su nombre completo: Alejandra Valeria Espejo) decidió comenzar con este emprendimiento.

"El ave fénix es el símbolo de renacer de las propias cenizas y es lo que quiero representar a través de este proyecto", aseguró, y resaltó que: "Siempre hacer algo por uno mismo es positivo".

"Tenía que hacer algo para mí y creo que va más allá de lo económico porque me gustaría incentivar a otras mamás, mujeres, a que se animen porque hay que dedicarse también a uno mismo. El entorno también lo agradece", señaló la mujer que siempre entendió que no hay que bajar los brazos ante las adversidades.

El apoyo de todos en el Servicio TEA también fue fundamental para ese último empujón que necesitaba Valeria para animarse: "Nosotras no sólo nos reunimos ahí para los talleres para padre, también nos acompañamos en este camino".

El ave fénix es el símbolo de renacer de las propias cenizas y es lo que quiero representar a través de este proyecto.

Valeria se capacitó para lanzarse a emprender: "Hice cursos de pastelería y un seminario de muffins que me encantaron y pienso seguir aprendiendo, hacerme mi tiempo porque es mi momento, es terapéutico y lo disfruto".

Para hacer pedidos, enviar un mensaje de WhatsApp al: 1144498705