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Lomas: visitan las escuelas para controlar la visión de los alumnos

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El Municipio recorre los distintos barrios para realizar exámenes a través de un equipo compuesto por un oftalmólogo, un técnico óptico y una coordinadora. La iniciativa busca detectar los déficits en forma temprana y prevenir complicaciones.

La detección temprana y el tratamiento de los problemas en la visión son claves para prevenir los trastornos que afectan el desarrollo de los niños. Con esa premisa, el Municipio realiza controles oftalmológicos para examinar a los alumnos de las distintas escuelas de Lomas.

“Seguimos fortaleciendo nuestra presencia a lo largo de toda la ciudad para controlar la salud de la población y, en este caso, hacemos foco en los niños que necesitan asistencia para tener una vida sana y un buen desempeño escolar”, señaló el Intendente Martín Insaurralde, sobre el Plan de Prevención y Corrección Visual Infantil que se puso en marcha a fines de octubre del año pasado a través de la Subsecretaría de Educación, perteneciente a la Jefatura de Gabinete.

Un equipo compuesto por un oftalmólogo, un técnico óptico y una coordinadora recorren los establecimientos de los barrios para efectuar los exámenes con aparatos y equipamiento especializado a alumnos de 1º grado. “El objetivo es detectar en forma temprana los déficits visuales para evitar que aparezcan complicaciones en la educación, ya que en esa edad empiezan con el tema de la lecto-escritura”, explicó la coordinadora del programa, Romina Salvadores. Si bien el programa está enfocado a los más pequeños de la primaria, también se realizan los controles a otros niños de la institución que usen lentes de manera periódica y a aquellos chicos que presenten una dificultad detectada por los docentes.

El procedimiento en todos los establecimientos es el mismo: primero, se avisa a las autoridades y dan 15 días para llenar la autorización de los padres y, en el momento de la revisión, se deja establecido en el cuaderno de notificaciones si el niño necesita o no lentes. “En caso de que necesiten, los chicos pueden elegir entre varios marcos para encontrar el que les sea más cómodo y, en aproximadamente 20 días, se les hace la entrega con un instructivo para que los padres sepan cómo cuidarlos. Y además de la explicación sobre qué déficit tienen -miopía, hipermetropía y/o astigmatismo-, les damos una receta con la graduación y un listado de los controles que deberían hacerse para cuidar su salud visual”, añadió la especialista.

El plan ya pasó por más de 30 escuelas y evaluó a más de 1.400 alumnos. Tras el trabajo del año pasado, los especialistas determinaron que la situación visual es preocupante. Del total de niños de 6 y 7 años a los que se le realizó el estudio, casi la mitad necesitaron lentes. “También nos dimos cuenta de que la proporción varía dependiendo de la zona, de los niveles de educación y alimentación que tienen los chicos”, detalló Salvadores.

En algunos casos, el aumento requerido es muy grande, por lo que se hacen ajustes de manera gradual con encuentros particulares para tener un seguimiento. “Los resultados son buenísimos y a veces nos emociona ver la alegría de los chicos que pueden ver bien después de hacer tanto esfuerzo”, concluyó la coordinadora.

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