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Los Reyes y las familias de Lomas vivieron una noche mágica

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En una gran caravana, Melchor, Gaspar y Baltazar recorrieron las calles del centro de Lomas acompañados por miles de grandes y chicos que les entregaron sus cartitas y disfrutaron de la música y de los espectáculos artísticos y de luces.

La fiesta más tradicional de Lomas de Zamora convocó nuevamente a una multitud de familias que disfrutaron del colorido desfile de Reyes Magos por las calles céntricas de la ciudad. La edición Nº87 del evento fue organizada por el Círculo Católico de Obreros y el Municipio. Desde la tarde, los vecinos provenientes de distintos barrios se ubicaron en la intersección de Meeks y la Peatonal Laprida para vivir una celebración que se lleva a cabo ininterrumpidamente desde 1931. Como cada año, un numeroso grupo de artistas locales que hicieron gala de toda su destreza con números de malabarismo, zancos y acrobacias. El público formó una ronda y aplaudió cada uno de los trucos y arengas de los animadores que forman parte de la Secretaría de Cultura.

“Venimos a disfrutar del desfile porque nos genera mucha emoción ver la alegría que tienen los chicos de ver a los Reyes. Este año traje a mis sobrinos que lo van a disfrutar por primera vez”, contó Mónica Soldano, una vecina que estuvo desde temprano por los alrededores de la Peatonal.

Las trompetas, bombos, trombones y clarinetes de la Banda Municipal interpretaron varios clásicos de la música popular para darle un clima aún más festivo a la previa. Mientras los padres observaban todos estos shows artísticos, sus hijos sonreían y preguntaban cuándo iban a llegar los esperados Reyes. El camión de los Bomberos Voluntarios de Lomas emitió varios sonidos de sirenas. Melchor, Gaspar y Baltasar estaban cada vez más cerca. A las 21 arrancó el desfile con los Reyes a bordo de tres camionetas y secundados por sus pequeños ayudantes “Los Pajes”, eternos secretarios que se encargaron de recibir las cartitas con los pedidos de los más chicos y las donaciones de los vecinos que luego serán repartidas en hogares y entidades.

“Disfrutamos mucho de esta celebración que cada año despierta una gran ilusión en grandes y chicos. Nos da un enorme orgullo ser vecinos de Lomas y compartir estos momentos de alegría y comunión social”, destacó el intendente, Martín Insaurralde, que participó de la caravana junto a su esposa, Jesica Cirio, y a funcionarios del Municipio, integrantes de la Cámara de Comercio local, directivos del Círculo Católico, miembros de la Logia Mazzini, policías y personal de Defensa Civil.

A los costados de la calles y en las veredas, los más pequeños saludaban a los Reyes y, subidos a los hombres de sus familiares, cumplieron el sueño de saludarlos y entregarles las cartitas con sus deseos. “Les pedí una pelota y unos muñecos de superheroes”, contó Lucas, quien se dio el gusto de darle la mano a Melchor con la ayuda de su papá. Los vecinos, emocionados, se llevaron un gran recuerdo al ver a sus hijos, sobrinos y nietos con la misma felicidad que cuando ellos eran chicos. La Caravana continúo por Meeks y luego dobló para tomar Boedo, otra avenida que también estuvo repleta de gente. En todo este tramo, el acompañamiento fue de “El Ensamble Percusión”, que regaló un clásico sonido murguero.

“Lo más importante de esto tan lindo es la unión de todos juntos pensando que los niños son el futuro. Ya son 87 caravanas del Círculo Católico y el deseo es que todo se haga en paz, que tengamos una linda fiesta y un buen proyecto de país”, expresó Baltasar mientras el desfile avanzaba lento pero firme hacia Hipólito Yrigoyen. El público se ubicó en la división de la avenida y detrás de las vayas de seguridad, donde aprovecharon para sacar fotos y saludar a los protagonistas. Una vez que llegaron a la Plaza Grigera, Melchor, Gaspar y Baltasar se subieron a un escenario montado en la intersección con Sáenz, donde también estaban las autoridades y referentes locales. El Obispo de Lomas, Monseñor Jorge Lugones, le recordó a los presentes la importancia de los Reyes Magos, quienes recorriendo desiertos y montañas a bordo de sus camellos, eran los encargados de rendir homenaje y llevarle al Niño Jesús una serie de regalos simbólicos como el oro, el incienso y la mirra. Ese ritual se repitió en el escenario, donde hubo un pesebre viviente y se entregaron las ofrendas.

“Gracias familia por traer nuevamente a los niños y al Círculo Católico por tantos años de servicio a la comunidad. Los regalos que nos traen los reyes lo debemos compartir con otros, al igual que el cariño que nos da la familia”, remarcó Lugones, quien luego procedió a rezar un Padre Nuestro.

Para proteger a las mascotas y a los más pequeños que sufren por los ruidos fuertes, el Municipio preparó un show de luces y papeles de colores. Tras el cierre del acto, los Reyes Magos volvieron a subirse a las camionetas para terminar el recorrido en la sede del Círculo Católico de Obreros situado en Yrigoyen 8428. El festejo contó con la presencia del diputado provincial, Federico Otermín; el presidente del Concejo Deliberante, Santiago Carasatorre; y el presidente de la Cámara de Comercio, Alberto Kahale. Previo al desfile, los Reyes visitaron el Hogar Pereyra, el Hogar de Ancianos San Roque y las salas de niños, maternidad y la guardia del Hospital Gandulfo para dejar regalos y alegría. También desplegaron su alegría por las calles de Banfield Este, en las que hubo una importante convocatoria organizada por los artistas de El Galpón, comerciantes de la calle Maipú y la Delegación.

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