A 30 años del fin de apartheid

mundos personales . Luego de estar vigente por cuatro décadas, caía en Sudáfrica esta segregación constate y cotidiana. 

Hace 30 años, el 17 de junio de 1991, el Parlamento de Sudáfrica suprimía el apartheid, vigente durante cuatro décadas, al derogar por mayoría la ley sobre clasificación racial de la población.

Desde entonces se estableció que "los recién nacidos no serán clasificados por raza", en uno de los hechos más importantes de los comienzos de los '90. 

Este sistema de segregación racial en Sudáfrica y Namibia terminó luego de que las cámaras blanca, mestiza e india del Parlamento sudafricano suprimieran el sistema con una mínima oposición de 38 legisladores de extrema derecha.

El sistema legal sobre el que sentaba sus bases el apartheid (separación) comenzó a caerse lentamente entre el 1990 y 1991 y las leyes que habían dispuesto la discriminación hacia la población afrodescendientes desde 1948 fueron derogándose en forma paulatina. 

Con mayoría de personas de raza negra, Sudáfrica fue históricamente dominado por el racismo y políticas discriminatorias por parte de los blancos, que representaban una minoría. 

Nelson Mandela tuvo un sueño que se convirtió para acabar con el apartheid, lo que llevó a que esté 27 años en prisión al llevar adelante esta lucha. 

El apartheid fue el sistema de segregación racial que institucionalizó la división entre blancos y negros en 1948.

Este sistema separatista prohibía que millones de negros sudafricanos pudieran integrarse a la economía nacional más que como mano de obra barata y precarizada. 

Con la llegada del Partido Nacional (PN) al poder se promulgaron leyes que establecían la división del país: zonas para negros y otras zonas para blancos, transporte público completamente segregado, entre otras restricciones. 

Además, sólo podían votar las personas de raza blanca y hasta estaban prohibidos los matrimonios entre negros y blancos, y hasta uniones mixtas quedaban relegadas a la clandestinidad. 

La política de apartheid promovió el aislamiento de Sudáfrica en el plano internacional que fue incrementándose con el tiempo, el cual afectó severamente la economía y la estabilidad del país.

Incluso la expansión de la industria se veía frenada por la escasez de trabajadores calificados, en tanto el acceso a la educación especializada sólo era permitido a los sudafricanos blancos.

Los negros debían llevar documentos de identidad en todo momento y les estaba prohibido quedarse en algunas ciudades o incluso entrar en ellas sin el debido permiso de las autoridades blancas.

La caída de esta política de segregación racial comenzó cuando Frederik de Klerk asumió la presidencia del país en 1989 y comprendió rápidamente las presiones de instancias internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que pedían poner fin al apartheid.

Fue entonces que inició negociaciones con políticos blancos para poner fin a este sistema, trabajó primero para suprimir la legislación racista que había estado en vigor durante los últimos 40 años. 

De Klerk contribuyo para eliminar las leyes discriminatorias y levantar la prohibición contra los partidos políticos de oposición de mayoría afrodescendiente como el African National Congress (Congreso Nacional Africano), declarado ilegal 30 años antes. 

Luego de la presión internacional De Klerk, en 1990, anunció la liberación de Mandela, con quien debatió las políticas que representarían el fin del apartheid, como la eliminación de leyes discriminatorias y el levantamiento de veto a partidos de oposición, principalmente el Congreso Nacional Africano (CNA), que lideraba Madiba, como se lo conocía al líder sudafricano. 

En 1992 entraron en vigencia las nuevas leyes que dejaban atrás a la segregación cotidiana y 1994 Nelson Mandela llegaba a la presidencia de su país. 

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