El amor por el Taladro tiene sede en Puerto Madryn

La pasión por un club y sus colores no es algo que nos pasa por el costado y sigue de largo. Habitualmente es para toda la vida y se lleva con uno a donde se vaya. Algo de eso ocurrió en la parte más al Sur de la Patagonia, donde un grupo de hinchas del Taladro empezaron a "evangelizar" el verde y blanco y llegaron a crear lo que hoy es el Club Social y Deportivo Banfield de Puerto Madryn.

Este club de fútbol se fundó el 1° de diciembre de 2016 y en mucho de eso tuvo que ver "Panchi" Huguet. Nacido y criado en Chiclana y Balcarce, a poco menos de 10 cuadras del Florencio Sola, vivió hasta los 60 años en el barrio y alimentó su fanatismo todo ese tiempo. Luego se mudó a Madryn y allí llevó sus camisetas y sus colores. En Chubut conoció otros fanáticos y empezaron a darle forma a esta idea que ya es realidad.

Hoy, más de 140 chicos y chicas juegan al fútbol vistiendo la camiseta de Banfield con el clásico verde y blanco y un escudo apenas modificado en la parte de las estrellas. La Escuelita y una peña de hinchas fueron el punto de partida para instalar el nombre en la ciudad.

Santiago Giorgi, secretario de la Peña del Taladro en la ciudad, la cual preside Panchi, contó: "Puerto Madryn es una ciudad de gente que viene de otros lados. Acá te encontrás hinchas de cualquier equipo y entre ellos estábamos los de Banfield. Inclusive, yo no vivía en Banfield antes de venirme para acá. Vivía en Capital Federal e iba a ver a Comunicaciones, pero mi viejo fanático nació en Larroque y Pavón y de ahí heredé esa pasión".

más de 140 chicos y chicas juegan al fútbol vistiendo la camiseta de Banfield con el clásico verde y blanco y un escudo apenas modificado en la parte de las estrellas

Desde 2017, alrededor de 60 fanáticos que viven en Madryn, Trelew y alrededores se reúnen con Banfield como leit motiv. Sobre ello, Panchi contó: "Nos juntamos a comer asado cada vez que juega el equipo en la casa de alguno y compartimos un rato de esta pasión tan linda que tenemos todos".

Y Santiago agregó: "Hay mucha gente que vivió en Banfield, que se vino a vivir acá, y hay gente que es nacida y criada acá y se hicieron hinchas. Uno porque le gustó la camiseta, otro porque lo vio a Garrafa. Inclusive hay varios que son de acá que nunca fueron a la cancha ni salieron de Madryn y se hicieron hinchas igual", relató.

Casi 1.300 kilómetros separan al Florencio Sola de Puerto Madryn. Entonces, ¿cómo es ser hincha a la distancia? "Yo creo que se genera otra conexión distinta a la que podés tener viviendo cerca. El hecho de encontrarte con alguien que comparte esa misma pasión en un lugar tan lejos del club, es hermoso y no tiene mucha explicación", señaló Giorgi.

Dan Quinteros es otra parte importante del proyecto Banfield en el Sur. Actualmente coordina la escuelita de fútbol que todos los años forma chicos y hasta viaja a Luis Guillón en pos de ofrecerle una chance a los más dotados futbolísticamente.

El hecho de encontrarte con alguien que comparte tu misma pasión en un lugar tan lejos del club, es hermoso y no tiene mucha explicación

"Yo viví toda mi vida en Madryn. Conocí a Banfield por la Peña y el Club, me empezaron a contar la historia y me fanaticé por completo. Ahora tenemos un proyecto grande, lleno de ilusiones, encaminando la personería jurídica para hacer algo más sostenible, con el apoyo del Club Banfield que nos da exclusividad para probar chicos todos los años. Se ha generado algo muy lindo", contó.

En su rol de 'evangelizado', dio cátedra de amor por los colores: las camisetas que lleva Deportivo Banfield tienen la marca OCA en el pecho y eso es gracias al apoyo que consiguió Dan, empleado del correo en Madryn. "Me considero un convertido y ahora mi trabajo es el de inculcarle a los chicos que se hagan de Banfield. Los padres son de River o Boca pero les estamos ganando el corazón. Inclusive, cuando viajamos allá hemos podido llevarlos a la cancha y es increíble. Ver a los jugadores profesionales, sentado en una tribuna de un estadio tremendo, todo iluminado. Para los chicos significa mucho y les genera sentido de pertenencia", resaltó Dan.